Todo comenzó en 1907, cuando Robert Baden-Powell decidió poner en marcha un campamento juvenil en la Isla Brownsea, Inglaterra. En este entorno los jóvenes asistentes se encontraron con unas actividades hasta entonces desconocidas. De este modo nació el movimiento scout, que se expandió hasta convertirse en uno de los grupos más conocidos del planeta. Hoy en día la fama del escultismo sigue vigente en todo el mundo. Prueba de ello son los siete grupos scouts en la provincia de Córdoba, que ya han iniciado sus campamentos de verano, un evento muy importante para ellos ya que supone la culminación de un año de aprendizaje. Y es que cerca de 500 asistentes, niños y jóvenes, vivirán esta experiencia a lo largo del verano en los campamentos scouts.

Entre las agrupaciones cordobesas destaca el grupo Domingo de Savio, el más antiguo en la provincia y que este año ha optado por instalar su campamento en la Sierra de Segura (Jaén). Por su parte, el grupo Mafeking ha optado por Gúdar, en Teruel. Otros tres grupos han viajado hasta la provincia de Salamanca: San Jorge, Baden- Powell y Brownsea. Por otro lado, la agrupación Virgen de Araceli de Lucena viajará fuera de España para poner en pie su campamento, a Costa Caparica, en Portugal. En cuanto al joven grupo Las Tres Cruces de Rute, ha optado por su misma localidad para poner en marcha su campamento.

Tal y como indica José Ángel Castro, delegado scout en Córdoba, estos campamentos buscan "poner en práctica todas las habilidades que se han aprendido durante el año", además de "suponer una oportunidad de oro para profundizar en los valores del escultismo". De este modo, Castro explica que en estos campamentos predomina un ambiente de hermandad en donde los scouts aprenden a "convivir en la naturaleza".

Y es que durante estos días, los miembros de estos grupos se adentran en un entorno muy atípico en nuestra sociedad puesto que no hacen uso de ninguna de las nuevas tecnologías. El delegado scout expresa que lo principal en estos días es "incentivar la creatividad de los chicos y chicas". Es por ello que en estos campamentos no hay un lugar para el aburrimiento ya que, como dice Castro, "en todo momento los scouts encuentran algo que hacer, ya sea una ruta de tres o cuatro días para los mayores o la organización de teatros para los más pequeños, quienes deben preparar sus propios disfraces".

Destacan especialmente entre estas actividades en los campamentos escultistas las rutas en las que participan los scouts mayores y que los llevan durante varios días por recorridos rurales en donde visitan pueblos muy curiosos en la geografía española. Castro explica que en estas largas caminatas los miembros del escultismo "conocen modos de vida y culturas totalmente nuevas para ellos ya que se sumergen en ambientes totalmente distintos a los núcleos urbanos en los que están acostumbrados a vivir".

El delegado scout en Córdoba también comenta que a través de estas jornadas en los campamentos de escultismo los asistentes adquieren una mayor autonomía como personas: "Quien más y quien menos hace posible estos campamentos, ya que mientras los mayores levantan las construcciones, los miembros menores ponen las mesas a la hora de comer y luego friegan los platos".

Castro incide en lo importante que es la experiencia adquirida para los asistentes a estos campamentos, en los que imperan la ley y los valores scouts, lo que hace que estos chicos y chicas "adquieran unas buenas bases de cara a su futuro como ciudadanos". "Desde la fundación del escultismo nuestro movimiento persigue hacer de los scouts unas personas sanas y dignas de confianza", concluye Castro.