El calor abrasador conquistó ayer Córdoba y lo seguirá haciendo en lo que resta de semana. La temperatura máxima se registró a las 16:45, hora en la que se alcanzaron los 45,2 grados centígrados, según el observatorio meteorológico del aeropuerto. Si se tira de antecedentes, a lo largo del presente siglo el mercurio cordobés no había subido tanto en este periodo. La situación más parecida a la de ayer se vivió el 10 de agosto de 2012, día en el que los termómetros marcaron los 45 grados a las 17:30. No obstante, la temperatura máxima de la que se tiene constancia en la capital de provincia fue hace unos 20 años, concretamente el 23 de julio de 1995, día en el que los termómetros llegaron a marcar 46,6 grados.

Ayer, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) decretó el nivel rojo -el segundo en una misma semana- en Córdoba y la Campiña, calificando de riesgo extremo la situación que se vivió entre las 13:00 y las 19:00. Por otra parte, el Plan de Prevención de Altas Temperaturas de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía elevó el nivel a naranja y anunció que, al igual que ayer, hoy y mañana se superarán los umbrales establecidos para la provincia. Éstas previsiones y sistemas de alertas pueden verse modificados, ya que el seguimiento de las temperaturas es diario. Por ello, una posible previsión de descenso podría llevar a la desactivación del nivel correspondiente en cada caso o de la alerta establecida. "Para que se declare una alerta sanitaria por altas temperaturas deben superarse tanto las máximas como las mínimas establecidas para cada provincia. Si no se superan, se habla de nivel verde; si se superan un día o dos seguidos, el nivel es amarillo; si se superan tres o cuatro días seguidos, el nivel pasa a naranja; y si se superan cinco días o más, se activa el nivel rojo, que implica máximo riesgo para la población si no se toman las precauciones adecuadas", según informó la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

Las predicciones para lo que resta de semana no difieren mucho de las de ayer. Las mínimas superarán los 20 grados todos los días, al igual que las máximas rebasarán los 40 grados, excepto el próximo viernes que, según lo previsto, el termómetro se parará en los 39 grados centígrados de punta.

Las autoridades sanitarias elaboraron y divulgaron, como es habitual en éstas situaciones, una receta con las medidas de precaución que los cordobeses han de aplicarse para no sucumbir al demencial bochorno. Evitar la exposición solar en las horas catalogadas de máximo riesgo, hidratarse constantemente o prestar especial atención a las personas de edad avanzada o que padecen enfermedades crónicas, son algunos de los consejos que han de tenerse en cuenta para hacer el día más llevadero y minimizar los riesgos sanitarios. De igual modo, el servicio Salud Responde prestará especial atención y realizará un seguimiento, durante éstos días, a la población de riesgo y sus cuidadores.

La presente ola de calor, que comenzó el pasado 28 de junio, cuando el termómetro alcanzó los 43,5 grados, perdurará hasta el próximo domingo, según pronosticó Aemet. El sofoco al que están sometidos los habitantes de la provincia ha disparado el consumo eléctrico debido a la múltiple conexión de aparatos de aire acondicionado y de ventilación. Esta circunstancia hizo que el entramado eléctrico del barrio de Las Margaritas no diera más de sí y sufriera una sobrecarga que dejó a 1.500 vecinos de la zona sin luz durante unas horas, según informó Endesa.

Atendiendo a la guía que publicó hace unos días la Organización Meteorológica Mundial (OMM) conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ésos fenómenos climáticos caracterizados por las elevadas temperaturas son cada vez "más frecuentes e intensos como consecuencia del cambio climático". Asimismo, los responsables de ambas organizaciones declararon que las olas de calor son "un fenómeno natural peligroso que cada vez requiere más atención".

El calor ha comenzado el estío pisando fuerte y se antoja difícil su claudicación. De seguir así, éste podría ser uno de los veranos más calurosos de la historia.