Córdoba

La familia de un hombre que murió por 'klebsiella' exige 300.000 euros

  • Critican que estuvieron "desinformados" por los facultativos La asociación de afectados prevé presentarse como acusación popular

Los familiares de Carlos Bueno Martín, un hombre de 63 años que murió el 24 de enero del año pasado en el hospital Reina Sofía a causa de la bacteria klebsiella Pneumoniae, han interpuesto una querella ante el Juzgado de Instrucción de Córdoba mediante la que piden una indemnización compensatoria de 300.000 euros y responsabilidad penal al jefe de medicina preventiva del citado centro hospitalario y al antiguo director gerente que trabajaba en el momento en el que ocurrieron estos hechos.

Así lo informó el abogado de la familia del fallecido, Federico Medina, quien aseguró que aunque Carlos Bueno ya padecía problemas cardíacos desde hace unos años, "podría haber superado sin problema esta enfermedad si no se hubiera infectado por la bacteria", por lo que exigirán "que el juez investigue si existían protocolos de seguridad y si estos se han cumplido durante la enfermedad de Carlos".

El letrado añadió que la querella está pendiente de ser admitida a trámite y que aunque por el momento se están interponiendo demandas de forma individualizada, "llegará un punto en el que intentaremos hacerlo a través de una causa común". Por esta razón, los familiares tienen previsto presentarse como acusación popular en todos los procesos penales relacionados con la muerte por esta bacteria a través de la asociación de afectados, que fue creada por seis familias el pasado mes de noviembre con el objetivo de denunciar casos mortales. Medina también añadió que durante el tratamiento que recibió el paciente para remitir la enfermedad que ya padecía con anterioridad a la infección por klebsiella también "se produjeron algunas irregularidades"; por lo que la querella también está dirigida contra tres facultativos que atendieron al paciente durante los meses previos al fallecimiento. Según el abogado de la familia, éste tenía mal una válvula en la arteria aorta debido un problema cardiovascular y en noviembre de 2013 "los médicos le sustituyeron un medicamento anticoagulante por otro menos potente; y no le realizaron ningún tipo de seguimiento sobre el efecto que podía tener este nuevo fármaco en el organismo".

A partir de esta situación, destacó el letrado, "el paciente empeoró, tuvieron que intervenirle hasta en dos ocasiones y posiblemente fue en una de estas operaciones cuando se infectó de klebsiella en el quirófano o en sala de reanimación".

La hija del fallecido, María del Carmen Bueno Espejo, criticó ayer ante los medios de comunicación que los facultativos del hospital "no nos informaron debidamente". En este sentido, destacó que cuando falleció su padre "no nos comunicaron que había muerto a causa de la klebsiella y nos enteramos por los medios de comunicación de que había un brote de esta bacteria en el Reina Sofía". Además, según destacó Bueno, "nos fuimos del hospital con la impresión de que nuestro padre había muerto por un cúmulo de mala suerte, porque así nos lo hicieron saber los médicos que lo atendieron".

Por último, la hija de la víctima subrayó que dicho centro hospitalario les facilitó el informe sobre la muerte de Carlos Bueno "un mes y medio más tarde" del fallecimiento, ya que "con anterioridad nos entregaron otro dossier que tuvieron que rectificar porque contenía errores sobre la fecha de ingreso de mi padre y sobre el curso de su enfermedad".

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