Saturación, desánimo y agotamiento son los sentimientos generales de los trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) provocados, en gran medida, por la ausencia de sustituciones en todos los niveles asistenciales. Un facultativo del Hospital Reina Sofía asevera que "no hay sustituciones y punto". En verano "ninguna, nos sustituimos los unos a los otros", lo que se traduce en que "podemos asumir menos quirófanos porque tenemos más días ocupados en guardias". El resto del año, "por ejemplo, si una compañera se va de baja maternal, no se contrata a nadie". Esto significa que hay una sobrecarga de trabajo, lo que a su vez hace que se tire de los residentes.

Por otra parte, hace tiempo que hay una normativa europea que indica que no se deben hacer guardias de 24 horas, pero "se siguen haciendo porque no hay personal suficiente para cubrir turnos", lo que aumenta la probabilidad de error humano. Este médico indica que, aunque se procura que la persona que ha hecho doble o triple turno no trabaje en quirófano, "observamos que lo mismo que yerras en una cirujía, también se hace en una toma de decisiones en una consulta en la que sólo tienes cinco minutos para ver a un paciente".

Esta sobrecarga alcanza también de lleno a la Enfermería. Un profesional que trabaja en hospitalización del Reina Sofía argumenta que la enfermería en este nivel "nunca ha estado rindiendo correctamente porque siempre ha estado presionada, y ahora mucho más". "Se hace evidente una gestión economicista y eso repercute sobre el enfermo y en cuanto a recursos humanos y materiales", agrega. De hecho, explica que fue hace unos años cuando empezó ese interés por el ahorro de material en planta con las Unidades de Gestión Clínica (UGC) "y ahora con la crisis mucho más". Por ejemplo, este sanitario expone que "se escatima mucho en fármacos". Tanto que los pacientes se tienen que llevar de casa al hospital su tratamiento. Pero cuando el enfermo es de un pueblo y se hospitaliza, se deja todos los fármacos en casa. "Y no es fácil conseguirlos en el hospital, a lo mejor está unos días sin tomar su tratamiento porque lo que tiene prescrito no está en la cartera del servicio" ya que la farmacia del hospital está restringida a un listado de fármacos.

Los profesionales de planta también sufren la escasez: "Llega un fin de semana y a lo mejor te encuentras con que se han acabado los guantes, así que lo hacemos como podemos, pidiendo al servicio de al lado material para poder seguir trabajando porque hasta el martes no llega el almacén y no se reponen".

Además, puede llegar un fin de semana y "como la lencería está falta de recursos no rinde, no suben sábanas y no se puede cambiar completamente a los pacientes".

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tampoco escapa a los recortes de personal. Un profesional de enfermería apunta que la dotación normal de un módulo es de tres enfermeros para seis pacientes, pero la dinámica habitual es que haya solo dos. Incluso "algunas veces, cuando estamos tres, llegan los supervisores de guardia y sacan a uno para cubrir bajas de personas que faltan en otro servicio". Con ello "merman nuestras posibilidades de hacer bien nuestro trabajo", ya que los ingresados en UCI deben tener una especial atención.

Por otro lado, al hacer contratos temporales -incluso solo para unos días o al 60%- los compañeros que llegan a veces no se acuerdan del funcionamiento de los aparatos que se utilizan en la UCI, y "aquí constantemente se están incorporando máquinas nuevas". Esto ocasiona que haya que recordarles el funcionamiento, "por lo que tú te tienes que desdoblar más".

En el aspecto del material en la UCI este sanitario destaca que "ahora mismo no estamos mal" pero ha habido ocasiones en las que "no hemos tenido jabón para las manos o papel para secarnos".

Una enfermera del Hospital Provincial indica que allí también "hay un montón de huecos sin cubrir". Las reducciones, bajas o jubilaciones apenas se cubren, lo que ocasiona que los sanitarios tengan que echar más horas. "El otro día un compañero se fue porque le debían horas; es algo muy fuerte, pero también es verdad que le corresponden y no hay otra forma de cogérselas". "Están cubriendo con cuentagotas", agrega.

En el Provincial es "bastante frecuente" que haya una sola enfermera por módulo por la noche, con 22 pacientes a su cargo si están todas las camas ocupadas, incluso en oncología. A veces mandan a una persona de otro módulo pero "desvisten a un santo para vestir a otro" porque se queda el hueco en esa unidad. Y muchas noches "el supervisor de guardia ni se pasa para ver cómo estamos".

Sienten cierta inseguridad al quedarse solas por las noches "porque a veces no puedes acudir a todo, y hay noches muy malas". "El problema es que en una oficina si algo se queda sin hacer se acumulan folios, pero aquí no puedes dejar de ponerle a un paciente un analgésico o decirle que no le puedes cambiar un apósito", argumenta esta enfermera. Todo esto "con el consecuente peligro de equivocarte; la calidad no puede ser la misma".

Especialmente complicada es la situación de las matronas cordobesas ya que en todos los centros de salud de la capital sólo hay una que trabaja al 50% en zonas periféricas. Una de estas profesionales asevera que es "imposible" conseguir un contrato en un centro de salud de la provincia. En su caso, sólo ha trabajado al 100% fuera de Andalucía, "porque el único sitio donde dan los contratos precarios y como mucho al 75% es aquí".

Esta sanitaria expone que en Maternidad del Reina Sofía el mínimo establecido son seis matronas por turno, sin embargo "en verano hemos llegado a estar cinco e incluso cuatro", y hay que cubrir la puerta de Urgencias, donde hay una matrona, otras cuatro están dedicadas a los paritorios (dos para cada una) y otra está en la sala de monitores.

La Plataforma de Matronas Marea Rosa ha conseguido que la Gerencia del Reina Sofía acceda a cubrir las plantas de Maternidad porque agiliza y facilita el trabajo. "Han dado contratos en planta pero prometen una cosa que luego no es lo que cumplen", apunta. La plataforma pide que haya una matrona más por turno, por lo que habría que contratar entre seis y siete profesionales que irían a hospitalización según las rotaciones. Sin embargo, el mes pasado contrataron sólo para dos meses: "Lo que realmente cubren son los huecos que quedan de enfermeras que se han jubilado o los contratos temporales que han cesado", asegura. Ahora están esperando qué pasará en navidades: "Todavía no han dicho cuantos contratos habrá en diciembre, y hay que cubrir vacaciones".