Buenas y malas noticias tras conocer la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) referida al tercer trimestre del año. En lo negativo, que Córdoba sigue dependiendo en exceso del turismo y la temporada baja ha hecho que se sumen 9.100 cordobeses a la lista del paro entre julio y septiembre. Lo positivo, que este verano ha finalizado con menos desempleados que el año pasado y que es la segunda vez que se consigue rebajar esta cifra en este periodo desde que comenzó la crisis en 2007. Con todo, la EPA no permite echar ni mucho menos las campanas al vuelo, máxime cuando ya hay quien apunta a que se está siendo demasiado optimista y que precisamente el estío ha sido la época en la que se ha puesto de manifiesto que la contracción de algunas economías europeas tendrá su repercusión en España y su mercado laboral.

Córdoba cerró el tercer trimestre del año con 132.300 parados, lo que supone 9.100 más que el trimestre anterior y deja la tasa de desempleo en el 35,7%. La subida es lógica si se tiene en cuenta que se compara con un periodo -abril, mayo y junio- en el que la contratación se dispara por el periodo turístico. El número de ocupados, por otra parte, también descendió al pasar de las 246.200 personas con empleo en el segundo trimestre a 238.000 al finalizar septiembre. Por lo tanto, los datos de la EPA relativos al verano traen siempre malas noticias para el mercado laboral cordobés porque evidencia el peso excesivo de los servicios en la economía. Pese a todo, la pérdida de ocupados en el sector terciario no ha sido tan acusada porque se han podido disimular con las contrataciones veraniegas de sustituciones en comercios y otros establecimientos. Donde sí se ha notado la caída del empleo ha sido en la agricultura, ya que las tareas del campo prácticamente se paralizan en esta época hasta la llegada de las grandes campañas en el otoño, lo que ha supuesto la pérdida de 8.500 puestos de trabajo. La construcción se ha quedado sin 1.200 empleos y solo la industria ha conseguido salvar la situación con 3.200 ocupados más.

Hasta aquí el análisis trimestral, ya que si se comparan los datos con respecto al mismo periodo de 2013 la lectura es más positiva. Así, en estos momentos hay 7.900 parados menos que hace un año al pasar de 140.200 desempleados en el verano de 2013 a los 132.300 contabilizados en los mismos meses de este ejercicio. Igualmente, los datos también reflejan que ahora hay mil ocupados más que hace un año. La creación de empleo se ha centrado en la agricultura y la industria, con 900 y 3.200 ocupados más, respectivamente. La construcción, sin embargo, sigue atravesando una situación muy complicada y en el último año ha perdido 3.100 puestos de trabajo. En el caso de los servicios, la cifra ha bajado ligeramente al perder un centenar de ocupados, aunque sigue siendo la rama que emplea a un mayor número de ocupados. Este verano, además, ha sido el segundo que se salda con un descenso del paro a nivel interanual desde el año 2007, cuando comenzó la crisis.

En el conjunto de Andalucía, el paro ha crecido en 18.800 personas y la tasa de desempleo se ha situado en el 35,2%. A pesar de que el verano es una época mala para el mercado laboral en Córdoba, la provincia no ha salido tan mal parada dentro de la comunidad autónoma. De hecho, cuenta con la menor tasa de paro junto con Málaga y Sevilla. El auge del turismo en las zonas de costa no ha podido reflotar el mercado laboral en provincias como Cádiz, con un 41% de paro, o Almería, con un 37,5%.

El jefe del Departamento de Economía de la Universidad Loyola Andalucía, Alejandro Cardenete, advirtió ayer de que las previsiones económicas se están desviando demasiado hacia el lado positivo y avisó de que este verano se ha producido un cambio de tendencia "negativo" que aún no se ha captado en algunos estudios.