Fue hace un año, el 4 de octubre de 2013, cuando el colectivo Acampada Dignidad forzó las puertas del antiguo colegio Rey Heredia. Durante estos 365 días de ocupación sus miembros han dedicado todos los esfuerzos posibles a convertir el equipamiento en un punto de referencia para las familias que se encuentran en una situación complicada debido a la realidad económica que padece la ciudad. Doce meses en los que el colectivo también se ha enfrentado en numerosas ocasiones al Ayuntamiento que, como propietario del edificio, defiende la ilegalidad de la ocupación de un inmueble de titularidad municipal, aunque no se cuestione que la labor que se está haciendo es digna y altruista.

El equipo de gobierno del PP, no obstante, ha cedido y está dispuesto a entregar el edificio para que lo gestione la asociación creada por el Distrito Sur, pero con una condición: que antes de dar este paso Acampada Dignidad desaloje el colegio. Y aquí ha vuelto a surgir de nuevo la confrontación, ya que el colectivo se ha negado en rotundo a dar un paso atrás. Su portavoz, Rafael Juan, aprovechó ayer la manifestación que Acampada Dignidad convocó y que partió desde la plaza de las Tendillas para volver a reafirmar esta posición y dejar claro al equipo de José Antonio Nieto que del Rey Heredia que el colectivo no se va a marchar. "Córdoba sigue apoyando al Rey Heredia cada día más, así que la única decisión que le queda a Nieto es absolutamente política, puesto que no es necesario desalojar el colegio para cederlo", insistió.

El colectivo, que ayer en la marcha contó con el apoyo de unas 200 personas, no entiende el motivo por el que el Ayuntamiento exige que se desaloje el colegio, puesto que, según Juan, "los técnicos pueden entrar allí aunque estemos nosotros dentro, tal y como han hecho en ocasiones anteriores". Es más, Acampada Dignidad no se fía de la palabra del actual equipo de gobierno y teme que la buena voluntad del PP responda a una estratagema para volver a recuperar el colegio y dejarlo sin actividad. "No nos fiamos de su palabra porque están poniendo una excusa que no tiene ninguna base, por lo que tememos que cuando nosotros salgamos de allí van a poner excusas y alargar la cesión en el tiempo", reiteró el portavoz.

Cada día decenas las personas pasan por el centro para acudir al comedor social con el que Acampada Dignidad garantiza a las personas sin recursos la alimentación, clases de apoyo o disponer de la biblioteca del centro. Según Juan, desalojar en estos momentos el centro perjudicaría a todas estas personas "que no pueden estar, por ejemplo, ni un sólo día sin comer y hay que tener en cuenta que hay desde niños hasta mayores". Para argumentar esta afirmación, el portavoz del colectivo echó mano de los resultados obtenidos durante el último año gracias al trabajo realizado por Acampada Dignidad. "Hemos conseguido montar un centro social, que se ha convertido en un punto de reunión de todas las luces reivindicativas de la provincia, hemos conseguido cubrir necesidades básicas de los ciudadanos y hemos demostrado al Ayuntamiento que la gente, cuando se aplican políticas injustas, tiene la capacidad y la obligación de la rebeldía social y que está dispuesta a ejercerla".

El "éxito" logrado durante el primer año de la ocupación del colegio ha reforzado aún más los cimientos de Acampada Dignidad. Rafael Juan no dudó ayer en asegurar antes del comienzo de la manifestación, que terminó en el Rey Heredia con una cena y una actuación musical, que el objetivo del colectivo es permanecer en el colegio "para siempre", a pesar de que el inmueble no cuenta aún con suministro de agua. "Seguimos con el mismo problema de siempre, pero cuando las personas llevan comida y botellas de agua las penurias se pasan mucho mejor", aseguró Juan. Ahora sólo queda saber qué postura tomará el Ayuntamiento, si cederá ante la negativa del colectivo a desalojar o usará otras vías.