Una pelea relacionada con el tráfico de drogas pudo ser el origen del tiroteo que tuvo lugar el sábado en la barriada cordobesa de Los Mochos, en la que un hombre de 70 años resultó herido leve por un disparo accidental. Los tiradores, tras realizar una serie de disparos al suelo y al aire en la barrida El Veredón de Los Mochos, entre Córdoba y Almodóvar del Río, y después de herir al anciano, que recibió el impacto de un perdigón que rebotó en el suelo mientras paseaba por la calle, huyeron en el coche en el que habían llegado a la provincia de Córdoba, un Ford Focus de color azul. La persecución policial posterior al incidente, cuando los implicados querían salir de la provincia para volver a Sevilla, terminó con los presuntos autores de los disparos heridos por bala. A la espera de que se recuperen de sus heridas y la Policía pueda tomarles declaración y ponerlos a disposición judicial, todo apunta a que, con los disparos, pretendían intimidar a un clan rival, con el que mantenían una disputa relacionada con el tráfico de estupefacientes. Los dos heridos de bala son dos hermanos de 30 y 35 años que siguen bajo custodia en el Hospital Virgen del Rocío. Uno de ellos permanece en la UCI, mientras que el otro no corre peligro. Los detenidos iban acompañados de un adolescente de 15 años, que ha sido puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, y sobre el que pesaba una reclamación judicial, y su hermano, un chico de 12 años, y por tanto inimputable. Los dos niños, hijos de uno de los dos adultos detenidos y sobrinos del otro, resultaron heridos en el accidente de tráfico que sufrieron cuando intentaban escapar de las autoridades policiales, pero no fueron alcanzados por los disparos.

El laboratorio de balística de la Policía Nacional tendrá ahora que analizar las dos escopetas intervenidas a los presuntos autores del tiroteo de la carretera de Utrera. Las primeras investigaciones apuntan a que ambas armas fueron usadas por los dos detenidos mayores de edad, si bien esto tendrá que ser confirmado por las pruebas de balística. Ambas armas tienen los cañones recortados y una también está recortada por la culata. Se trata de armas muy antiguas. La Policía tratará de averiguar el origen de las mismas. A los detenidos también se les requisó munición de estas dos armas largas. Varios cartuchos, tanto percutidos como sin percutir, fueron intervenidos en el coche de los sospechosos.