El número de pacientes que espera una intervención quirúrgica en el Hospital Reina Sofía ha aumentado un 40% en los dos últimos años, pasando de 4.366 en junio de 2012 a 6.121 en el mismo periodo de este año, según datos de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. El tiempo de espera para operarse en pacientes programables también ha aumentado de 54 a 57 días en el caso de intervenciones que por decreto se deben realizar antes de 180 días y de 47 a 52 días en las que se deben llevar a cabo antes de 120 días.

También ha subido el número de personas que están en lista de espera para pruebas diagnósticas (tac, biopsias, endoscopias, etc) en la capital de 1.278 a 2.171, un 69,87%, mientras que el tiempo de espera en este ámbito ha pasado de 23 a 17 días. En junio en la provincia había 3.291 personas a la espera de su cita.

Sí ha disminuido en la capital el número de pacientes que espera una cita para consultas externas o, lo que es lo mismo, para el especialista. En 2012 eran 10.058 mientras que en 2014 la cifra bajó hasta 9.588, es decir, un 4,67% menos con un tiempo de espera igual, 34 días. En la provincia en junio había registradas 16.661 personas en estas listas.

El senador del PP por Córdoba y coordinador de Política Sanitaria del PP, Jesús Aguirre, criticó ayer que el "gobierno del bipartito andaluz" de PSOE e IU mantenga a unos 17.800 cordobeses en lista de espera del Servicio Andaluz de Salud (SAS), según cifras de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta, siendo 320.000 el total de andaluces en esta situación. Además, Aguirre aseveró que "tenemos serias dudas de la veracidad" de estas cifras "nefastas". Unas dudas que también han evidenciado las asociaciones de pacientes, según Aguirre, y los sindicatos de médicos y enfermeros, que creen que "están maquilladas".

Debido a estos nefastos datos, el senador del PP se refirió al periodo comprendido entre 2012 y 2014 como "bienio negro". En su opinión, el hecho de que exista una lista de espera en este ámbito es "un tema impresentable, es imperdonable que exista ese cuello de botella desde la Atención Primaria hacia los especialistas". En el área hospitalaria del Reina Sofía, en Córdoba capital, son 9.588 las personas que se mantienen a la espera de una cita médica para consultas externas mientras que en la provincia (Reina Sofía, Infanta Margarita de Cabra, el área de gestión sanitaria Norte de Córdoba y hospitales de Montilla, Puente Genil y Valle del Guadiato) este dato asciende hasta 16.661 pacientes. Esto indica "que necesitamos mayor dotación de personal y más medios".

En el ámbito de operaciones quirúrgicas, Aguirre destacó que se registra una media de 47 días de espera". En el Reina Sofía en 2012 la media era de 50,5 días y había 4.366 enfermos, mientras que en la actualidad la espera es de 56 días y el número de pacientes ha subido hasta 6.121, apuntó. Por lo tanto, el aumento de pacientes ha sido de un 40% y el tiempo de espera es un 17% más. El coordinador de Política Sanitaria del PP andaluz aclaró que estas cifras corresponden a pacientes que están por decreto en lista de espera como máximo 120 o 180 días pero "hay muchas personas que no entran dentro de esos decretos y también están esperando". El PP calcula que en 2013 había unos 7.000 pacientes que tenían que ser intervenidos pero a los que no les afectaban estos decretos.

Y mientras tanto, "los quirófanos están al 50%, no se hacen sustituciones de especialistas y hay 300 camas hospitalarias cerradas, pero las enfermedades no veranean" por lo que "la lista de espera va a aumentar durante el verano".

En el apartado de listas de espera para pruebas diagnósticas Aguirre indicó que hay 28.964 andaluces apuntados y añadió que el tiempo de espera ha bajado, "lo que es de agradecer". Sin embargo en Córdoba, aunque el tiempo ha bajado de 23 a 17 días, los pacientes que esperan han aumentado casi un 70%, pasando de 1.278 en 2012 a2.171 en 2014. "En vez de quitar las listas de espera este verano, lo que se hará es aumentarla", apuntó. Para finalizar, concluyó que el aumento del número de pacientes refleja "que las políticas de gestión del SAS son un desastre".