Córdoba

Guisado dice que siguió acuerdos del Pleno y que no amañó documentos

  • El exsecretario asegura que Guisado le encomendó la recaudación porque nadie quería el trabajo

El exalcalde de Fuente Palmera entre 1987 y 2003, el socialista Antonio Guisado, se sentó ayer de nuevo en el banquillo de los acusados, apenas dos semanas después de ser condenado a dos años de prisión por un delito de malversación de fondos públicos, acusado de un delito de falsedad en documento oficial y otro de nombramiento ilegal para cargo público. Ante el juez, el exregidor aseguró que durante su etapa al frente del Ayuntamiento actuó "conforme a los acuerdos adoptados en el Pleno" y que el nombramiento del exsecretario como recaudador se hizo de forma provisional. Del mismo modo, negó que hubiese amañado ningún documento oficial, aunque reconoció su falta de conocimiento sobre los procesos técnicos y su falta de atención a la hora de rubricar los documentos.

Guisado, que se enfrenta en esta ocasión a cuatro años y medio de cárcel, aseguró en la sala de vistas de la Sección Segunda de la Audiencia que él "nunca" nombró al exsecretario e interventor, Carmelo Tubío, también acusado en esta causa, como recaudador, sino que "fue un acuerdo del Pleno". No obstante, puntualizó que antes de que lo nombraran le pidió que "se hiciera cargo" de estas funciones hasta la celebración de dicha sesión plenaria, en marzo de 1991. A partir de esa fecha el exsecretario y el extesorero, según Guisado, con el beneplácito de los demás partidos, se hicieron cargo de la recaudación de forma provisional, ya que el concurso público para tal actividad "quedó desierto". "Yo hice cumplir el acuerdo del Pleno, todo el pueblo y la oposición estaba al corriente de esto", aseguró ante el juez.

Sobre la firma de un contrato ficticio entre Guisado y el exsecretario para justificarse frente a cualquier responsabilidad tras la entrada en vigor de un convenio con Eprinsa, el exalcalde negó que tuviera información sobre este documento, aunque reconoció que la firma que aparece en el mismo es la suya, pero que nunca utilizó los sellos del Ayuntamiento. "Sé que es un poco extraña mi explicación, que esté mi firma en el contrato. Desconozco cómo se hizo", señaló. Asimismo, aseguró que nunca tuvo ningún tipo de relación con la empresa que Carmelo Tubío y el extesorero crearon para la recaudación, de modo que, según dijo, desconocía "qué tipo de sociedad constituyeron", ya que "ellos orquestaron la manera más eficaz de llevar la recaudación", puesto que, "era una cosa que no me incumbía".

El exsecretario, que también se enfrenta a cuatro años y medio de prisión después de ser condenado a tres años en un juicio anterior, declaró que Guisado le "encomendó la recaudación" cuando el Ayuntamiento se desvinculó del Consorcio, aunque precisó que cogió el cargo "de manera provisional", después de que "nadie quisiera" el trabajo tras el concurso abierto para ello, que, según él, "sí se celebró". En este sentido, insistió en que desconocía que existiera una incompatibilidad entre su puesto en el Ayuntamiento y la gestión de la recaudación. Además, reconoció que creó una sociedad, en la que contrató hasta a tres personas para realizar el servicio de recaudación.

En cuanto al supuesto contrato ficticio urdido entre él y el exalcalde, Carmelo Tubío aseguró que este documento lo firmó Guisado y que se estampó el sello oficial, que según declaró, estaba al alcance de todos ya que "se encontraban en todas las oficinas del Ayuntamiento".

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