Córdoba

"Antes de nadar estaba encerrado en mí mismo; ahora sé que no tengo limitaciones"

  • Llegó al mundo de la natación hace siete años para llenar "un vacío" en su vida y, gracias a su esfuerzo y a su espíritu de superación, ha conseguido su lugar en la elite del deporte

Asus 29 años Miguel Ángel Martínez cuenta con un extenso y exitoso currículum deportivo fruto de las largas horas de entrenamiento que le dedica a su gran pasión: la natación. Fue en 2006 cuando este jiennese llamó a la puerta del Club de Natación Fidias de Córdoba para conseguir lo que era su sueño. La meta que entonces se marcó ya la ha superado con creces, convirtiéndose en una de las mayores figuras con las que cuenta el deporte paralímpico. Atrás quedan para él los días en los que se encerraba en sí mismo a causa de su discapacidad -artrogriposis-. El deporte le ha hecho abrir los ojos y ver que es capaz de conseguir por sí mismo todo aquello que se proponga.

-¿Qué le lleva a un técnico administrativo a convertirse en un nadador profesional?

-Las ganas de hacer deporte y de cambiar mi rutina habitual. Me faltaba en mi vida un hueco por llenar. Yo hice el módulo de Técnico Administrativo, pero no estudié carrera universitaria y, tal vez, por ello pensaba que debía de hacer algo más en lo que tuviera que esforzarme y la natación fue mi elección. Mi familia también ha sido clave para dedicarme a mi carrera deportiva.

-¿Qué limitaciones le impone su discapacidad, artrogriposis?

-Antes de comenzar a nadar, en 2006, sí que pensaba que tenía más limitaciones, pero en la actualidad no lo veo para nada así. Todo lo que quiera hacer y todo lo que me proponga puedo hacerlo. Quizás de forma distinta a como lo hace una persona sin discapacidad, pero creo que es cuestión de dedicarle un poco más de esfuerzo. Antes de empezar a nadar sí estaba más encerrado en mí mismo y usaba la expresión de "no puedo hacerlo", pero a la natación le debo saber que no tengo ninguna limitación, tal y como pensaba.

-Su carrera es relativamente reciente, ya que fue en 2006 cuando decidió dar ese paso, ¿cuál es la fórmula para haber conseguido tanto en tan poco tiempo?

-La fórmula ha sido dedicarle mucho tiempo y mucho trabajo a la natación. La filosofía que tengo es que, estando la familia y los amigos bien, puedo centrarme en exclusiva al deporte. Siempre que hago cualquier cosa pienso en cómo puede repercutir en mi rendimiento. Muchas veces tengo que sacrificar el tiempo que le dedico a la gente que quiero para darlo todo en cada entrenamiento. Siempre pienso en que tengo que esforzarme como si fuese la competición y salir con la lengua fuera cada día de la piscina. Así es como se consiguen buenos resultados.

-¿Cuántas horas pasa a diario entrenando?

-En la sesión de mañana, después de una hora y media de gimnasio, entreno en la piscina otra hora y media. Por la tarde puedo pasar en el agua una hora y cuarto aproximadamente. No es tanto la cantidad sino la calidad. Me preparo mis cuadrantes de intensidad con respecto a los metros que tengo que nadar y me marco mis objetivos para ser regular en mis metas. Es esforzarte al máximo en cada metro que nadas en la piscina. Eso aporta más en el resultado final que hacer muchos metros.

-¿El deporte le ha ayudado a ser más independiente?

-Sí, he mejorado mucho desde que hago deporte. He perdido los kilos que me sobraban, estoy más ágil, soy mucho más autónomo, más independiente y hago cosas en las que antes necesitaba la ayuda de otras personas como, por ejemplo, ponerme una camiseta. Cuando viajo veo otros casos de personas con una discapacidad más grave que la mía y es entonces cuando pienso que si ese deportista puede, yo también. Así al final te das cuenta de que las muletas no sólo te sirven para andar, también para ponerte una camiseta. Es buscar tu forma de adaptarte a la vida, ya que a veces es más difícil que la vida se adapte a las personas con discapacidad.

-¿Qué le lleva a un jiennese a venirse a Córdoba a entrenar al Club Fidias?

-Fue a través de un compañero de Andújar que hacía natación en este club. Desde el primer momento todo ha ido muy bien gracias al club Fidias, a mis compañeros, a mi gimnasio y a la Federación Andaluza de Deportes de Discapacitados Físicos, que tiene aquí en Córdoba su sede. Todos me han acogido como a un cordobés más. Ya no distingo entre Córdoba y Andújar, estoy tan a gusto en un sitio como en otro. Además, ya no vengo a Córdoba solo para entrenar, también voy a conciertos y a disfrutar de la ciudad, de su cultura y de su patrimonio. También me gusta traerme a amigos de fuera para enseñarles sus encantos porque conozco los suficientes lugares para hacer una buena ruta turística.

-En 2008 representó usted por primera vez a España en el Campeonato Internacional de Berlín, ¿qué sintió en ese momento?

-Estaba alucinado, aunque al ser el primer campeonato también estaba muy nervioso. El resultado deportivo fue regular, pero me quedo con la imagen del marcador con mi nombre y la bandera de España. Fue muy gratificante y me hizo ver que había llegado a la elite del deporte.

-Su lista de logros es muy extensa, ¿con qué momento se quedaría?

-Es muy difícil elegir un momento, cada competición tiene su logro, pero quizás el que marcó un antes y un después fue el Campeonato de Murcia cuando conseguí la mínima para los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008. Cuando llegué a casa después de esta primera cita olímpica mi único deseo era volver a entrenar porque quería más competiciones. Estaba que me subía por las paredes y tan solo conseguí descansar un par de días. Llamé a mi entrenadora, Esperanza, y le dije que necesitaba volver a la piscina.

-En agosto consiguió cinco medallas de plata en el Campeonato del Mundo de Natación Paralímpica de Montreal (Canadá), ¿qué se le pasó por la cabeza cuando fue consciente de ello?

-No me lo esperaba. Tenía opciones de subir al podium en los 50 metros espalda porque es mi prueba fuerte. Pero en el resto (50, 100 y 200 metros libre) los nadadores más buenos nadan a crol, que es un estilo más rápido y lo tenía más difícil. Además, este último año ha sido difícil por la celebración de los Juego Olímpicos de Londres 2012. Siempre cuesta volver a estar al 100%, por ello veía tan complicado este mundial al tener que volver a ponerme en forma y coger la rutina de entrenamiento. Alcanzar la mínima para el mundial fue duro, pero al final he llegado a Montreal con fuerza y con un estado físico y mental muy bueno. También he aprovechado la oportunidad de que no han competido dos nadadores asiáticos muy buenos y eso ha sido una motivación más. Al principio del campeonato sabía que tenía posibilidades de subir al podium, pero conforme iban pasando los días me motivaba más y más porque echaba números y me salían las cuentas.

-¿Tiene alguna manía o algún ritual antes de entrar en la piscina?

-No tengo ninguna manía. Sólo alguna que otra vez escucho música para motivarme, sobre todo, temas cañeros de rock para activarme y recargar las pilas.

-¿Cuando está en el agua en qué piensa?

-En concentrarme en cómo tengo que nadar. En la natación, al igual que en otros deportes como el atletismo o el ciclismo, tienes que seguir unas pautas para nadar rápido, lo que se conoce como psicología deportiva. Si quieres conseguir finalizar una prueba, por ejemplo, en 50 segundos, en la salida tienes que estar pendiente para impulsarte con la pierna; después debes echar los brazos y conseguir una buena amplitud de brazada y una frecuencia muy rápida; y, en los últimos 15 metros aumentar el ritmo. Esto es lo que me ayuda a dar lo máximo de mí dentro del agua, centrarme en lo que sé que me funciona para nadar bien. No sirve de nada pensar en los nadadores de las demás calles. Tienes que confiar en ti mismo y en el trabajo que has hecho para llegar a esa competición.

-¿Es importante sentir el apoyo del público y de las personas que le quieren?

-Sí, por supuesto. Cuando viajas a competiciones tan lejos, como fue en el caso de Montreal, es más complicado que esté la familia y los amigos, pero está el resto de compañeros de la Selección Española, que siempre están ahí apoyando. También son muy importantes las redes sociales porque, aunque estás fuera de casa, recibes el apoyo y el ánimo de la gente a través de Twitter y de Facebook.

-¿A partir de ahora cuál es su objetivo?

-Ahora estoy de descanso, pero cuando regrese a los entrenamientos en septiembre tengo que prepararme el próximo campeonato de España que se celebrará entre febrero y marzo de 2014. En esa cita mi objetivo es conseguir la marca para poder competir en el próximo campeonato de Europa, que se celebrará en Italia o en Holanda.

-En estos momentos mucho jóvenes están viviendo momentos complicados por la falta de perspectiva laboral en España, ¿qué consejo le daría?

-Tanto en España como en muchos otros países se está atravesando una situación difícil, pero no se puede dejar de luchar por los sueños ni por las metas. Quizás hay que echarle un poco más de paciencia y aguante para buscar otras alternativas, pero sin dejar de lado el objetivo que uno se marque.

-Y a las personas con alguna discapacidad, ¿qué mensaje le trasladaría?

-Ante todo que acaben con las barreras mentales. Y a sus padres que no sean súper protectores para que les dejen crecer como cualquier otro persona y conseguir que sean autosuficientes. En mi caso mis padres me han dado mucha libertad. En casa somos cuatro hermanos y yo soy uno más, no me han tratado de una forma especial. Me han puesto las cosas difíciles, aunque me han ayudado siempre en aquello que he necesitado, pero dejándome vía libre para que hiciera lo que quisiera. Todas las personas, a pesar de tener una discapacidad, somos capaces de hacer muchas cosas por nosotros mismos como cualquier otra persona.

-Gracias a la natación imagino que habrá hecho buenos amigos en otros países.

-Sí, por supuesto. Siempre haces amigos y sabes que si visitas algún país puedes enviarles un mensaje a través de Twitter o Facebook para quedar. Todo lo que rodea al deporte es siempre muy bonito y muy gratificante.

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