Las nuevas tecnologías han conseguido que una fecha señalada pueda ser compartida con miles de personas. Ocurre con cualquier cumpleaños, con un aniversario, una boda o un viaje. Tanto más con celebraciones colectivas como la Semana Santa, que provocan una ingente actividad por internet gracias a la nueva generación de móviles inteligentes, que permiten hacer fotos y subirlas de momento a la red, o a las cámaras digitales, al alcance de cualquier persona y que alimentan decenas de blogs.

Sólo hace falta acudir a la salida de cualquier hermandad para comprobar esta nueva manera de dejar testimonio. Con el smartphone en mano, decenas de cofrades se esmeran en captar la mejor instantánea de un paso, para acto seguido compartirlo a través de Facebook, la red social Twitter o los chats privados que permiten estos móviles. Cada movimiento es respondido por decenas de flashes, lo que permite acercar ese momento a quienes no pueden estar presentes pero, por otra parte, desluce algunos momentos de los defiles debido a quienes, literalmente, no dudan en colarse en la procesión para captar el mejor momento.

La tecnología ha disparado el número de fotógrafos e informadores aficionados, a la vez que ha alimentado nuevas aficiones al mundo de la imagen. La mejora de las prestaciones de las cámaras digitales ha permitido que, para tomar una instantánea de calidad considerable, ya no haya que ir armado con pesados objetivos. Una compacta da buenos resultados, aunque la falta de luz puede jugar malas pesadas. Diferente es contar con una réflex digital, cada vez más habitual también entre el público que acude a ver procesiones, como ha quedado demostrado estos días no sólo entre turistas, sino también entre locales.

La multitudinaria subida de la calle Feria por parte de la hermandad del Huerto el Domingo de Ramos fue seguida por cientos de flashes, aunque éste es sólo un ejemplo de los muchos que se han producido estos días. Fue la tarde del Jueves Santo, sin duda, cuando el tiempo dio una tregua y permitió que desfilaran todas las hermandades, cuando más se dejó ver esta afición. El compás de San Francisco para ver la salida de la Caridad y el desfile de la Legión; el paso del Esparraguero, que tantas devociones levanta, o la intimidad del Nazareno, también saltaron en segundos a las redes sociales.

"La Semana Santa permite disfrutar con la fotografía. El ambiente que se crea durante las procesiones, el incienso, la luz de las velas y la calidad de las tallas son elementos perfectos para los aficionados", destacó Antonio Duarte, un madrileño que, con su cámara semiprofesional, se escapa cada año a una ciudad andaluza para fotografiar sus procesiones. "Córdoba tiene realmente rincones mágicos, lástima que este año no hayan salido muchas hermandades, pero aún así merece la pena recorrer toda la ciudad para visitar sus iglesias", subrayó.