La incidencia del polen durante las próximas semanas entre la población que padece alergia está estrechamente relacionada con las condiciones meteorológicas. Y, hasta el momento, todo apunta a que tanto la flor del olivo como las gramíneas actuarán con una gran "virulencia" entre final de abril y el próximo mes de mayo, según apuntó a El Día, la alergóloga del Hospital Reina Sofía Carmen Moreno.

Este pronóstico, no obstante, se verá condicionado, según explicó la doctora, a la evolución de la primavera, puesto que la lluvia puede paliar los efectos negativos del polen sobre los alérgicos. En Córdoba, se calcula que en torno a 200.000 personas padecen algún tipo de enfermedad alérgica, de los que más del 50% sufren una afección respiratoria, sobre todo por el polen del olivo. Este tipo de reacción representa el 80% de toda la patología alérgica, aunque también hay un nutrido grupo de personas que son sensibles a las gramíneas y al plátano de sombra. Sin embargo, los enfermos que sí se están beneficiando de las precipitaciones registradas en marzo son los que no toleran bien el ciprés, un tipo de planta que está culminado su periodo de floración. Las plantas compuestas -más conocidas como herbáceas- también tendrán una presencia destacada durante esta primavera y el verano, debido al florecimiento de esta especie en terrenos abandonados y cunetas.

La doctora Moreno tiene muy claro, en cualquier caso, que esta primavera será "muy complicada" y que los síntomas de quienes están diagnosticados "serán más intensos y lo pasarán algo peor". La recomendación para estos pacientes se centra en la recuperación de los tratamientos a los que se sometieron en su primer año de alérgicos y en los ejercicios en los que el polen se mostró más virulento. En un año de estas características las recomendaciones también atañen al resto de la población que nunca ha pasado por estas consultas del Reina Sofía. Los estornudos, moqueos o el simple picor de ojos y nariz "son síntomas que pueden llevar a pensar en un nuevo caso", señaló la facultativa. Cada año en las épocas de mayor repunte se detectan entre unos 250 y 300 nuevos casos de alérgicos al mes. Cualquiera de estos enfermos "no tienen por qué sufrir complicaciones", afirmó Moreno, ya que existen distintas alternativas para el control y el tratamiento adecuado dependiendo de las características de cada persona. Aunque lo más importante, "es llevar a cabo un seguimiento y control de la alergia durante todo el año, así como las indicaciones de los facultativos". Y es que, aunque existen fármacos paliativos para las alergias, "lo más importante es parar la evolución de la enfermedad", insistió la doctora. En cuanto a la edad, la alergia tiene su mayor incidencia entre los 15 y los 30 años, aunque no hace distinción entre jóvenes y adultos. Y aunque la edad de aparición más frecuente es la infancia "cada vez hay más alérgicos después de los cuarenta", señaló la especialista.

Por cercanía al campo las zonas rurales son las que más polen acumulan en el ambiente, pero la prevalencia de alérgicos es superior en las zonas urbanas. Y es que diversos estudios apuntan que la contaminación aumenta el poder alergénico del polen. "La mejor opción para no sufrir los síntomas de la alergia es el mar porque el polen se concentra sobre todo en el campo y en la ciudad, ya que las alergias son cada vez más urbanas", detalló Moreno. En este sentido, repercute de forma negativa la contaminación ambiental de los motores de combustión diesel, que afectan al propio paciente.

En estos momentos en la provincia cordobesa, según detalla la Red Española de Aerobiología -coordinada por la Universidad de Córdoba (UCO)-, las concentraciones polínicas de ciprés se mantienen moderadas, ya que la floración de estos árboles prácticamente ha finalizado. Sin embargo, los niveles polínicos de plátano de sombra están en un nivel muy alto. Otros tipos polínicos que aparecen en el aire son álamos, fresnos, ortigas-parietarias, encinas y moreras, con niveles polínicos que oscilan, por lo general, entre bajos y moderados. En las próximas semanas comenzará a concentrarse en la atmósfera niveles elevados de polen de olivo, teniendo muchas personas que utilizar mascarillas.