Hace prácticamente un año, cinco cordobeses estudiantes de Informática en Rabanales contactaron con Juan Antonio Romero, su profesor de Programación, para comentarle una idea que tenían en mente desde hace tiempo: Anikto -del griego abierto-. Tras una primera reunión celebrada en la Casa de la Juventud, surgió esta iniciativa que consiste en arreglar ordenadores a cambio de realizar una obra social como plantar un árbol, adoptar un perro, acompañar a personas mayores o limpiar una zona de campo, entre otras.

Para muchos esto puede ser una utopía, pero "surgimos en un momento en el cual hacía falta implicación social ante tantas injusticias que están ocurriendo hoy en día", señaló Juan AntonioCobo. Todo empezó a cobrar sentido cuando una persona nos pidió arreglar un ordenador cuando previamente recogió ropa para donarla a un comerdor social, y unos meses después una mujerque aocgía perros "le arreglamos parte del equipo sin pedirle nada a cambio", señala el joven estudiante cordobés.

Además, los cinco emprendedores también se dedican a recolectar ordenadores que las personas arrojan a la basura, así como otras piezas para repararlas y aquellas que sean inservibles, estos jóvenes las llevan a punto limpio. "La gente tira pantallas, piezas e incluso torres enteras cuando todavía pueden funcionar, de hecho el ordenador que tengo me lo encontré en un contenedor", recalca Cobo.

En la actual sociedad de la Información, un ordenador es una herramienta necesaria no solamente para trabajar, sino también un instrumento para conocer, leer y procesar la inmensa cantidad de información que circula por el mundo a velocidad de vértigo. "La televisión te incita a no hacer nada, con la cantidad de catástrofes y malas noticias que enseña te obliga a quedarte encerrado en casa; en Córdoba la concienciación es un valor que se está perdiendo cuando eso nunca debe ocurrir", señala el estudiante de Informática en Córdoba.

La ayuda es otro de los valores que se están perdiendo, por ello "nosotros arreglamos ordenadores que nos encontramos para dárselo a aquellas personas que, realmente, no tienen recursos económicos para ello y además contribuyen a mejorar su entorno", declara Pedro Américo Toledano, otro joven emprendedor de Anikto. Todavía estos informáticos no se han constituido en asociación porque -además de que no son numerosas las personas que los conocen- continúan innovando, enriqueciendo sus pensamientos con nuevas ideas o actividades como un taller de reciclaje, "otro elemento necesario y un detalle positivo para enriquecer a las personas". Además, varias asociaciones conocen este proyecto y han contado con su participación en varios actos, como Córdoba Solidaria, Intermón o Cruz Roja, con la que colaboraron en una campaña de juguetes fabricados en España y cuyo destino eran tiendas familiares.

La concienciación sobre la posibilidad de un mundo mejor es la tuerca base que permite hacer girar la capacidad solidaria de las personas para construir una sociedad justa, sin rencillas y con compañerismo. Estos jóvenes tienen ganas "para concienciar a todos de que todos deben involucrarse en el cambio", según Cobo.