La campaña de recogida de firmas que ha iniciado esta semana la asamblea de médicos -y de todo el personal sanitario- del Hospital Reina Sofía para pedir la dimisión de la consejera de Salud, María Jesús Montero, ha tenido un extraordinario respaldo en sus primeros tres días de vida. Según informó ayer a El Día el portavoz del colectivo, Julio Ortega, informó ayer que 410 profesionales del centro de Menéndez Pidal han estampado su firma como muestra de rechazo a los recortes aprobados por la Junta de Andalucía, un ajuste que comprende tanto el capítulo laboral como el económico y que ha generado un malestar sin precedentes en el sector. Se trata de una cifra muy elevada si se tienen en cuenta aspectos como que esta primera batida ha durado apenas 72 horas, que sólo han firmado profesionales sanitarios, que el ámbito de actuación se reduce, de momento, a los edificios General y Materno-Infantil y que alrededor del 40% de la plantilla se encuentra de vacaciones y, por tanto, no ha tenido ocasión de sellar su nombre.

Un grupo de responsables de la asamblea se reunió en el mediodía de ayer para efectuar este primer recuento de firmas y realizar registro de entrada en el edificio de gobierno del Reina Sofía. Lo hicieron a pesar de que la campaña no ha llegado aún al resto de centros de la capital ni a los hospitales, agencias sanitarias y ambulatorios de la provincia. Para los próximos días el colectivo tiene previsto ofrecer la adhesión a todo el personal de los otros dos edificios del Reina Sofía, Los Morales y el Provincial, que disponen entre ambos de unos 1.300 profesionales. La gran aceptación que ha tenido la campaña en esta fase inicial ha llevado a sus impulsores a pensar que, acabado el verano, podrían haber reunido un elevado porcentaje de los algo más de 10.000 empleados que trabajan en la Sanidad pública entre todos los centros de la provincia.

Aparte de exigir la dimisión de Montero, el objetivo que persigue la campaña es sumar otra medida de presión que haga cada vez más evidente el "daño" causado por la Administración andaluza a la hora de aprobar iniciativas como la ampliación de la jornada laboral hasta las 37,5 horas o la reducción salarial, que puede llegar hasta el 24% en el caso de los médicos con contrato temporal -eventual e interino-. Ortega detalló que también tenemos que poner de manifiesto "el daño que se le está haciendo a los propios usuarios de la Sanidad pública, pues todas estas medidas de ahorro del SAS perjudican seriamente el funcionamiento del sistema público".

La recogida de firmas, que está previsto que se desarrolle durante los próximos meses, es la enésima medida de presión que ejerce la asamblea, que también ha promovido otras actuaciones de calado, como la dimisión de parte de la junta facultativa y los tutores de los Médicos Internos Residentes (MIR). En octubre planteará la posibilidad de una huelga sanitaria.