Las listas de espera en cualquier de las especialidades médicas de los hospitales de la provincia volverán a incrementarse de manera muy notable como consecuencia de la "ausencia total" de médicos que se contraten para sustituir a los que se marchan de vacaciones. En total, según refleja el informe facilitado a El Día por fuentes sanitarias, el obligado cierre de consultas en verano conllevará que dejen de realizarse algo más de 70.000 citas entre los tres centros sanitarios de la provincia, el Reina Sofía, en la capital; el Valle de los Pedroches, en Pozoblanco; y el Infanta Margarita, en Cabra; si bien el primero de ellos, por su volumen, es el más afectado por el parón estival. Se trata, en cualquier caso, de una "consecuencia más" de los recortes seguida por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS), como así concluye este documento. Otras fuentes del ramo a las que accedió este medio de comunicación estimaron que el elevada número de consultas sin atender supondrá una pérdida que ronda el 33% de las que podrían realizarse si el SAS reemplazara al personal que se marcha de vacaciones.

De las más de 70.000 consultas que sufrirán un severo retraso, la inmensa mayoría pertenece a las Consultas Externas del Reina Sofía, con más de 50.000. Así mismo unas 9.000 dejarán de hacerse en el centro sanitario Valle de los Pedroches y unas 12.000 actuaciones correrán la misma suerte en el caso del Hospital de Cabra. Los diversos ámbitos sanitarios a los que accedió este medio para analizar este escenario abundaron en la imposibilidad de evitar el incremento de las listas de espera al no haber facultativos suficientes para afrontar la importante demanda en las consultas de los especialistas. Tampoco la plantilla de enfermeras y el resto de empleados que trabajan en estas zonas disponen de personal "suficiente" para atender a los pacientes.

Los principales colectivos sanitarios con los que contactó este periódico coincidieron al apuntar que "no es aceptable" que durante varios meses se cierren consultas en los hospitales de la provincia mientras varios miles de personas esperan ser atendidas para resolver "lo antes posible" su problema de salud. Desde estos colectivos recordaron asimismo a la Administración andaluza -de la que depende el SAS- que los centros sanitarios "no pueden ser tratados como una cadena de montaje de una empresa cualquiera, que permite el cierre total o parcial de los departamentos buscando el ahorro económico, y cuya única repercusión sería el mayor o menor montante productivo para el empresario".

Los datos alusivos al cierre de consultas en los hospitales cordobeses salen a la luz en la misma semana que el Sindicato Profesional de Enfermería (Satse) denunció que en estos tres meses también dejarán de hacerse en torno a 44.000 operaciones, una cifra superior a la del verano de 2010.

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