Gastronomía

La Esquina, el restaurante de Algeciras en el que no te hace falta mirar la carta

Equipo de La Esquina

Equipo de La Esquina / Vanessa Pérez

Desde por la mañana va llegando el género a La Esquina. A las 13:00, cuando abre sus puertas al público, ya está la barra surtida con el pescado y el marisco más fresco. Con el personal preparado para la acción, se van ocupando poco a poco las mesas hasta que no queda ninguna libre. 

La tradición en este restaurante algecireño es recibir a los comensales con un plato de boquerones fritos, una bienvenida que despierta el gusanillo del hambre y demuestra la calidad del pescado que se come en esa casa desde hace más de treinta años.

Situado en la barriada del Rinconcillo de Algeciras, en La Esquina se trabaja ininterrumpidamente para dar de comer y de cenar hasta la media noche, de lunes a domingo. Sin embargo, la jornada laboral de Juan Moreno, alma y dueño del establecimiento, se alarga hasta la madrugada.

El pescado llega cada mañana, según comenta Juan, "del barco a casa" y se gasta en el día, por eso en el restaurante no tienen congelador

Juan compra el mejor pescado fresco en diferentes lonjas y mercados, desde Málaga a Sanlúcar de Barrameda. El pescado llega cada mañana, según comenta Juan, "del barco a casa" y se gasta en el día, por eso en el restaurante no tienen congelador.

Juan empezó a trabajar en La Esquina con diecisiete años y no ha parado hasta hoy. "Yo no sabía ni lo que era un boquerón, fui aprendiendo de equivocarme y el negocio fue creciendo poquito a poco".

“Lo importante es no engañar a la gente”, afirma con orgullo el propietario

Después de treinta y seis años de existencia, La Esquina sigue en el mismo sitio pero reformado y ampliado respecto a sus orígenes. Cuando Juan trabajaba con sus padres había únicamente seis personas en el equipo, mientras que en la actualidad llegan a veinte. Su hijo Daniel, quien lleva varios años trabajando como camarero y llevando las cuentas del negocio, está llamado a quedarse con el testigo del restaurante, aunque Juan continúa en plena forma.

Juan Moreno durante el servicio Juan Moreno durante el servicio

Juan Moreno durante el servicio / Vanessa Pérez

"Nosotros nos mantenemos todo el año, no vivimos del verano. El verano cada vez me gusta menos porque el pescado sube entre un 25% y un 30% y hay que cuidar al cliente. Aquí la gente llega y me dice: Juan, ponme de comer, porque no sabe qué es lo que va a haber. Esa es nuestra forma de trabajar. Lo importante es no engañar a la gente", afirma con orgullo el propietario.

Diez personas en la cocina y otras diez en el servicio de mesas trabajan a diario para dar bien de comer a quien se acerca por La Esquina. Este restaurante cuenta con una larga trayectoria y se ha hecho un nombre propio en la gastronomía del Campo de Gibraltar, así que quien lo elige sabe que va a comer buen pescado y buen marisco.

En La Esquina no hace falta carta, es el mismo Juan quien se acerca a las mesas para comunicar la materia prima que ha entrado en el día

Los comensales confían en el buen tino de Juan a la hora de adquirir el género. En La Esquina no hace falta carta, es el mismo Juan quien se acerca a las mesas para comunicar la materia prima que ha entrado en el día. Frito o a la plancha, el pescado y el marisco sale en su punto de la cocina, hasta que, al acabar el servicio, no queda prácticamente nada. 

Daniel Moreno comenta que está aprendiendo mucho y que le gusta trabajar con su padre: "¿Cómo voy a dejarlo solo?" dice irónicamente, pero también nos confiesa que tiene una idea de negocio diferente: en su mente vislumbra un restaurante que trabaje a un ritmo más pausado y que tenga menos mesas.

Los postres de La Esquina son caseros y supone un delito marcharse sin probar alguna de sus tartas o helados

En la cocina y en la sala no se para ni un segundo. El equipo atiende a las mesas con profesionalidad y soltura para que los comensales estén lo mejor posible. Cuenta con una bodega de vinos andaluces y del resto de la península con una gran diversidad en la que elegir el mejor maridaje según el plato. Además, los postres de La Esquina son caseros y supone un delito marcharse sin probar alguna de sus tartas o helados.

Una comensal almorzando en La Esquina Una comensal almorzando en La Esquina

Una comensal almorzando en La Esquina / Vanessa Pérez

Es un restaurante imperdible del Campo de Gibraltar y por ello recibe la visita de cantantes, futbolistas o personajes del mundo del toreo con asiduidad. Comer en La Esquina es una experiencia exquisita, solo posible gracias al esfuerzo y el trabajo de Juan y su familia, que cuidan del equipo para que el negocio funcione mucho mejor que el primer día.

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