SEXTO día de Feria. Algunos y algunas ya notan en los pies y en el cuerpo el paso de tantas horas de pie, pero no pasa nada, “que esto es sólo una vez al año”, recuerdan otros cuando la cosa decae y te pega el bajonazo.

El jueves de Feria siempre ha sido un día grande, y lo sigue siendo. Tras el sosiego relativo del miércoles y el martes, el González Hontoria recuperó ayer sus mejores galas para encarar el tramo final de esta edición. 

Los hombres lucen palmito, chaquetas, corbatas, pantalón de pinzas...Y las mujeres exhiben su belleza vestidas de flamenca o con un buen conjunto, como se dice aquí, en el que no falta un detalle, desde pendientes a bolsos pasando por un llamativo collar...También los hay y las hay que van a lo práctico, porque eso de pasar calor, como que no.

Porque seguramente, lo peor de este jueves fue el calor. El viento de Levante se autoinvitó a la Feria, y ya se sabe, cuando aparece el levante, calor y más calor, sobre todo cuando está en calma. Sí que es verdad que a la sombra, cuando corría brisa, se podía estar, pero lo que es al sol...

Por eso, meterse en una caseta (a poder ser con aire acondicionado), hoy más que nunca, no era mala opción para dejar pasar el tiempo y de paso llenar el vientre, porque como dice el refranero: ‘Con la barriga vacía ninguno muestra alegría’.

A pesar de la temperatura, el paseo de caballos sí estuvo este jueves vistoso, en lo que fue, seguramente un adelanto del día grande, que tiene pinta ser este viernes, aprovechando el concurso de enganches de Sementales y el paseo por el Hontoria de las carretas de la Hermandad del Rocío tras recibir a mediodía el Caballo de Oro.

El Ayuntamiento está poniendo especial celo en controlar los accesos de carruajes, cocheros y lacayos, y que estos presenten un estado correcto en todos los sentidos. Tal es el interés por tratar de ofrecer una buena imagen que algún que otro cochero se le recriminaba ayer por llevar gafas de sol. Exactamente igual pasa con los animales, que deben superar el control de los veterinarios antes de entrar en el Real.

Por eso, este año han desaparecido del mapa muchos de esos coches de alquiler de poca planta. Otros, pese a tener esta distinción, desfilan con elegancia e incluso presentando los caballos con trenzas y buenas galas.

Ayer se vio de todo, desde enganches en limonera hasta en tronco, tándem, a la cuarta y a la media potencia. Incluso algún que otro de 6 a la larga, todo un espectáculo al verlos girar, y donde se comprueba las trazas y manejabilidad de los cocheros. No faltó la Real Escuela, implicada este año una vez más, como embajadora que es de la ciudad, y lo hizo con sus atuendos de gala y con la presencia de sus jinetes más noveles.

Como cada día, el famoseo tampoco quiso perder la ocasión, y a Cayetano Martínez de Irujo se sumó también el ex líder de Ciudadanos Albert Rivera y Fran Rivera.

A eso de las siete o las ocho de la tarde, casetas llenas y como si de turnos se tratase, grupos y grupos de personas incorporándose al Hontoria para empezar a disfrutar de la misma. Esto se está acabando, pero todavía hay fuerzas para dar el último do de pecho y rematar la faena, términos taurinos, estos días tan de moda por una cosa o por otra.