Maggie Civantos · 'Vis a vis'

"La historia de Macarena podría pasarle a cualquiera"

  • La actriz malagueña, de 30 años, se ha convetido ya en la nueva promesa de la televisión gracias a su papel protagonista en el 'thriller' carcelario de A-3.

Esta joven actriz de Málaga ya está dando mucho que hablar. Maggie Civantos comenzó su andadura profesional en Arrayán, una de las series más longevas y exitosas de Canal Sur y, después de su marcha, empezó a encadenar más de un proyecto interesante. Apareció en varios capítulos de Hospital Central y Escenas de matrimonio hasta, al final, desembarcar en Bienvenidos al Lolita, la desaparecida serie de Atresmedia en la que hizo que su personaje de Fany fuera de lo más comentado de esta producción. Unos cuantos cortos, alguna que otra obra de teatro y su buen hacer en el mundo de la interpretación se convirtieron en una mezcla perfecta que la han conducido a protagonizar Vis a Vis, el drama carcelario de Antena 3. Todo apunta a Maggie como una de las nuevas promesas de la televisión en nuestro país.

-Cuéntenos más de Macarena, el personaje que encarna en Vis a Vis.

-Es una chica normal, frágil, que comete un delito de forma inocente y se ve en la cárcel. Realmente acaba en la cárcel por amor. Pero esa fragilidad inicial irá evolucionando hacia una mujer mucho más fuerte... habrá que ver la serie (risas).

-Como actriz, el papel es un regalo ¿no? Muy interesante y una oportunidad muy grande.

-Completamente. Cierto que es un personaje muy interesante porque se trata de construir desde el principio e ir introduciendo los cambios que experimentará poquito a poco. Cuando llega a la cárcel todos sus valores se van al cubo de la basura, todo lo aprendido no le sirve de nada, nada de lo de afuera sirve. A lo largo de los capítulos tendrá que ir aprendiendo a sobrevivir. Yo, como actriz, lo estoy viviendo como un regalo totalmente, de forma muy apasionada.

-¿Son duras las escenas de violencia, de miedo psicológico?

-Bueno, yo lo llevo bien. Me gusta jugar con mi personaje, es un juego muy intenso. Pero cuando acabo, no me llevo a casa a Macarena. La intensidad dramática, psicológica de la serie, es lo que más me gusta de ella. Es cansado rodar, pero muy divertido, y estoy supersatisfecha del resultado. Estoy tremendamente feliz del trabajo que estoy realizando, y del equipo: guiones, realización, dirección... todo es de primera calidad.

-¿Y los desnudos, cómo los lleva?

-Bueno, forman parte del trabajo, y en este caso no pueden estar más justificados. Cuando Macarena entra en la cárcel no sólo pierde su libertad, también su intimidad, su cuerpo, ya nada es suyo, todo pertenece a la cárcel. De ahí que haya que hacer desnudos. En una cárcel no se va a duchar la gente con la ropa puesta; bueno, en ningún sitio, pero hay que contar también lo que pasa en las duchas, claro (risas).

-¿Cree que este papel es su oportunidad para dar el salto a la fama en la televisión?

-No sé si a la fama, pero espero que mi trabajo reciba buenas críticas, por supuesto, eso siempre, pero en este caso es que me he esforzado mucho, de verdad. Soy consciente de la oportunidad que se me brinda y no quiero desperdiciarla para nada. ¿Qué espero? Pues que este proyecto me sirva, como hasta el momento parece que sí, para crecer profesionalmente, para aprender como actriz y también como persona.

-¿No cree que es un riesgo hacer un thriller carcelario con lo competitivo que está volviéndose hacer ficción en España?

-Sí, claro que es un riesgo. Pero quien no arriesga, no gana. Es un género nuevo en televisión, pero en cine se ha abordado muchas veces. Es importante probar otras cosas para evolucionar, para atraer al espectador.

-Pero el público de Vis a Vis tiene que restringirse al espectador adulto, no va dirigido a un público familiar precisamente.

-Claro que no. Pero va a gustar a un público mayoritario porque es una ficción que, a mi parecer, crea mucha empatía. La historia de Macarena podría pasarle a cualquiera. Como serie de calidad que es, con factura cinematográfica entre otras cosas, va dirigida también a un espectador inteligente. A eso tiene que ir derivando la ficción en España, la gente ha visto muchas series ya.

-Pese a la crudeza de la trama, es difícil creer que se desarrolle en una cárcel privada...

-Cruz del Sur es una cárcel privada y en España no hay ninguna, en esto estamos de acuerdo. Pero podría existir perfectamente.

-¿Por qué se decidió crear una cárcel entera en el plató en vez de rodar en alguna que ya exista y aportar realismo?

-No es tan fácil acceder a una cárcel. En esa decisión, por supuesto, no he intervenido, pero creo que era necesario, casi toda la historia se desarrolla dentro de la cárcel.

-¿Ha hablado con alguna reclusa para prepararse el papel?

-Como le digo no es fácil acceder ni a una cárcel ni a las presas. Al principio lo intenté, pero el tema de los permisos se ha alargado mucho. Al final me di cuenta que era mejor no hablar con una reclusa para aportar toda la inocencia e ingenuidad que requiere la entrada de Macarena en la cárcel. Ahora que el rodaje de la serie está más avanzado creo que podré hablar con alguna de ellas, y me vendrá bien para la evolución del personaje.

-Al presentar una ficción sobre la vida de una mujer en una cárcel imagino que les han llovido las comparaciones con la serie Orange is the new black, de Estados Unidos.

-Pues lo único que tiene que ver con ella es que hay una chica y que está en la cárcel. Esa serie es comedia negra, y esto es un drama. Además, en esa serie la chica sí es culpable. Yo he llegado a verla, el director me dijo que sin problemas, que la viera, que no me iba a afectar nada en la construcción de mi personaje. Y tenía razón; son dos tonos completamente dispares.

-¿Aporta mucha presión trabajar con grandes como Carlos Hipólito y Cristina Plazas, entre otros?

-Bueno, depende de cómo lo afrontes. Si lo tomas como una oportunidad única para aprender, como es mi caso, no. Cada uno de ellos me está aportando algo, son grandes actores y compañeros también.

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