Pozoblanco

El alcalde dimitirá sólo si la asamblea local del PSOE se lo pide por mayoría

  • Benito García reclama que el secretario general local, Manuel Llergo, deje el cargo · Reconoce que sus seis concejales le han traicionado y está dispuesto a buscar fórmulas de gobierno

El alcalde de Pozoblanco no tiene intención de dejar el cargo, como le piden sus seis compañeros socialistas en la Corporación y las ejecutivas del PSOE local y provincial. Benito García de Torres habló ayer en una larga comparecencia para dar a conocer su visión de la crisis en la que está sumido el Ayuntamiento pedrocheño. Con aparente tranquilidad, el regidor afirmó que sólo hay dos maneras de que cese en su puesto: a través de una moción de censura del resto de concejales o porque se lo pida la ciudadanía y la militancia de forma mayoritaria en una asamblea. Añadió que tiene "un pacto" con los vecinos hasta 2011 y que su intención es cumplirlo, ya que encabezó la candidatura de los socialistas en 2007.

García de Torres reiteró que nada de estos hubiera sucedido si se hubiera convocado una asamblea de militantes en la que a nivel interno se debatiera la situación y "resolver la dificultades internas, que no tenían que haber salido a la calle". En este sentido, apuntó que el secretario general del PSOE local, Manuel Llergo, hizo caso omiso a la petición de más de un tercio de los afiliados para que se celebrara esa asamblea y optó por pedir la dimisión del alcalde en la Ejecutiva municipal. Benito García matizó que "es mentira" que le Ejecutiva pidiera por unanimidad su renuncia, "porque me consta que al menos dos compañeros se opusieron", y reiteró que la actual dirección local está muy mermada desde que dimitió hace unos meses casi el 50% de la misma, entre ellos García.

El primer edil señaló que ante los "incumplimientos" estatutarios cometidos por el secretario general "me veo legitimado para pedir la dimisión de Manuel Llergo López" como máximo dirigente socialista en la ciudad y, por tanto, de toda la Ejecutiva local. De Llergo también dijo que "ha incumplido a conciencia" la voluntad de los militantes.

Respecto a la gestión municipal, García explicó que "estudiaré los mecanismos" para que no se vea afectada por esta ruptura del equipo de gobierno, de manera que no descartó llegar a acuerdos con el resto de grupos del Consistorio o buscar "la complicidad" de los técnicos municipales para sacar adelante los proyectos de la ciudad. Aunque no se marcó una fecha, dijo que tomará medidas lo antes posible y que no descarta "apelar a la responsabilidad de la oposición" para que sea consciente de que "Pozoblanco está por encima de todo".

El alcalde no ve motivos en la gestión que expliquen lo que está ocurriendo y afirmó que "nadie se puede creer que yo no consulte a mi equipo de gobierno, porque necesito colaboradores y soy un animal social". El regidor sentenció que "la ruptura es irrecuperable" y que sus concejales le han traicionado, aunque dijo que sigue trabajando como alcalde y "espero" que el resto de ediles también. Desveló además que el partido le ofreció un cargo de gestión en otras instancias a cambio de dejar la Alcaldía, un gesto que agradece pero que no acepta porque su compromiso dice que está con el municipio.

No obstante, Benito García abrió la puerta a un posible entendimiento con el grupo municipal del PSOE si salen del mismo los concejales Serafín Pedraza y Francisco López Cobos a cambio de dos nuevas incorporaciones que decidiría él mismo. Esta propuesta ya ha sido planteada a la dirección provincial y "esta misma mañana [por ayer] a compañeros alcaldes socialistas" de Los Pedroches.

Añadió que Pedraza y López no iban en su lista inicial para las municipales de mayo de 2007, pero después entraron por motivos personales - en el caso de López Cobos- y por la decisión de los socialistas de la comarca de que Pedraza repitiera como diputado provincial. Sin embargo, García de Torres dijo que después la Ejecutiva local "desoyó" al PSOE de la zona y optó por presentar a Pablo Lozano como diputado. Sobre López Cobos apuntó que el compromiso no cumplido era que dejaría el acta de concejal a los dos años de mandato y que Llergo asumiría sus competencias en Urbanismo y Obras en el Consistorio. El alcalde está dispuesto incluso a mantener a Llergo en su equipo de gobierno si dimiten los dos ediles mencionados, "aunque con otras" delegaciones distintas a las actuales.

García de Torres reconoció que sería "muy doloroso" que el expediente abierto en el PSOE terminara en su expulsión del partido, ya que defendió que está afiliado a esta formación y a UGT desde 1977 y que ha luchado "siempre" por los ideales socialistas. Por ello, reiteró que presentará alegaciones a ese expediente "para demostrar" que no ha incumplido con los estatutos del colectivo. En este sentido, indicó que los cambios de gobierno acordados el Miércoles Santo los hizo de acuerdo a lo que marca el reglamento interno del PSOE, de ahí que calificara de "injusto" un probable acuerdo que terminara con su exclusión de la militancia.

Tampoco pasó por alto su relación con el ex alcalde de la ciudad y actual delegado de Empleo, Antonio Fernández, del que dijo tuvieron en mayo de 2008 una reunión en la que Fernández le transmitió "cierta pérdida de confianza" por no revalidar la mayoría absoluta en las municipales. García de Torres replicó que los resultados le otorgaron el gobierno al PSOE y que también son responsabilidad de Antonio Fernández por dejar la Alcaldía en 2004 -un año después de las elecciones- para ser delegado de Empleo. El actual alcalde le recordó también al ex regidor que era el secretario general en los comicios de 2007.

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