El actual alcalde de Pozoblanco, Pablo Carrillo, del PSOE, no se plantea por el momento dejar su cargo en julio para que lo releve el líder de Ciudadanos Demócratas e Independientes (CDeI), Benito García. Así lo acordaron en julio de 2011 antes de presentar una moción de censura que echó del Gobierno municipal a Baldomero García, del PP, la fuerza más votada en las últimas municipales. El plazo de dos años de Carrillo al frente de la Alcaldía expira en dos meses, pero su relevo se complica después de que una edil del CDeI, Josefa Márquez, pasara a la oposición como concejala no adscrita. Con una oposición más numerosa que el propio equipo de gobierno, la investidura de García peligra.

Lo esbozó ayer Carillo tras participar en un acto junto a la responsable provincial de Salud en la Delegación del Gobierno de la Junta en Córdoba. Si la edil no adscrita no entrega su acta, "seguiremos como estamos", dijo el regidor pozoalbense, quien consideró "lógico" y "fácilmente entendible" mantenerse en la Alcaldía. "No voy a dimitir para que entre la oposición", aseguró.

El PSOE y el CDeI llegaron en julio de 2011 a un pacto para alternarse en la Alcaldía del Ayuntamiento vallesano. Carrillo debía permanecer en el cargo hasta julio de este año, cuando tomaría posesión Benito García de Torres, número uno de una formación que es una escisión del PSOE, cuya dirección provincial llegó a expulsar al propio García hace apenas tres años. El acuerdo alcanzado entre ambos partidos fue total e, incluso, llegaron a registrar ante notario el pacto. Pablo Carrillo explicó en su momento, en una comparecencia conjunta con Benito García, que el cogobierno surgió de la necesidad de dar estabilidad al Consistorio en un momento de grave crisis económica. El líder del CDeI expuso que en las conversaciones previas con el PSOE "no surgió" el hecho de "compartir la Alcaldía" y que a raíz de que se empezara a hablar de esta posibilidad fue más factible el pacto. También dijo que la Ejecutiva local de su partido y los miembros de la candidatura estuvieron al tanto de las conversaciones.

Pero la salida de la edil del CDeI cambió la estructura del Pleno. "Mantendremos las reuniones que sean necesarias y decidiremos cómo seguimos", dijo ayer Carrillo, consciente de las dificultades que acarrea el relevo en la Alcaldía con el nuevo panorama. Pero, ¿cómo se tomaría el CDeI un hipotético cambio en el acuerdo de gobernabilidad? "Lo hablaremos el 15 de julio", emplazó el regidor, quien dijo que hasta esa fecha puede cambiar de nuevo la situación. En el último mes, de hecho, han entregado el acta dos concejales, uno del PP y otro del PSOE; estas salidas, sin embargo, no han supuesto un nuevo reparto de fuerzas, como sí ocurrió con la salida de Josefa Márquez del grupo liderado por Benito García en septiembre del año pasado.

"No hemos querido modificar nada, seguimos haciendo cosas, se han aprobado los presupuestos, se están sacando muchos proyectos adelante", defendió Carillo, consciente de que el próximo julio "pueden ocurrir múltiples cosas". Lo cierto es que la salida de Márquez causó una crisis de gobierno en la localidad que podría revivirse en próximas fechas. "Las relaciones con el PSOE están en stand by", definió García en aquel momento. "Pudieran estar utilizando la situación para cargarse el acuerdo que hasta ahora nos ha permitido funcionar sin conflictos", dijo.