El escritor cordobés Antonio Camacho acaba de publicar la novela El príncipe de los pícaros (El Almendro), en la que invita al lector a adentrarse en la Córdoba califal del siglo X, donde descubrirá que "hay tantas intrigas en palacio como en las sinuosas calles del zoco". El protagonista, Hisham, un pícaro vividor, muestra cómo vive en esta ciudad "llena de encantos, alternando entre pequeños hurtos y los favores sexuales a las mujeres de los ricos comerciantes".

El autor de la obra, licenciado en Arte Dramático en la especialidad de Escenografía por la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba, ha explicado que para escribir este libro se inspira "en la historia de Córdoba", y de toda ella, asegura que le encanta "la época califal", en torno al siglo X, "cuando convergieron tres religiones, como la judía, la cristiana y la musulmana", un tema del que cree que "se ha escrito muy poco" en novelas. De este modo, destaca que pese a que "la trama principal es todo ficción", parte de los personajes que aparecen y momentos que se narran están "basados en datos históricos, con la ayuda de profesores de historia", que le han ayudado hasta tal punto que, "durante el trabajo de documentación he descubierto bastantes cosas sobre esa época que desconocía". Camacho subraya que la novela "enriquece bastante" al lector por "el complemento de datos históricos que cohesionan mucho más la acción".

El escritor argumenta que "muchos críticos aseguran que quizás está hecha para un público joven", algo con lo que no está de acuerdo, "porque esta lectura no tiene porqué ser para gente joven aunque los protagonistas son jóvenes, la gente se puede sentir identificada con los personajes". El protagonista es "un pícaro que lucha por lo que cree", condición que, a su juicio, "hace falta hoy en día en mucha gente joven".

Al respecto, define a su personaje como "un luchador", cualidad de la que, en su opinión, "adolece la gente", así como "de creer en sí misma y tener confianza". No obstante, aclara que "los pícaros de hoy en día son cargos más altos que este personaje", un mercader que vive en el siglo X, donde el concepto de pícaro es "distinto" al de la actualidad.

Antonio Camacho valora que su novela supone "una sorpresa" para la oferta cultural de Córdoba, dado que recibe "buenas críticas" de parte de lectores, pues "parece que es un libro hecho por y para Córdoba", y ante ello se muestra "muy contento" con la reacción de la gente. Si bien, precisa que "en la oferta cultural hay escritores muy buenos en Córdoba como Elena Medel o Eduardo Chivite" y anima al lector a "conocer más la literatura cordobesa y apoyar a la gente joven".

Y es que, lo que era un hobby para este escritor nacido en 1980 en Córdoba, como escribir su primera novela tras publicar diversos relatos cortos en paginas webs y a través de concursos, ahora con El príncipe de los pícaros está teniendo "una repercusión que no esperaba", de ahí que mantenga "la ilusión" por "seguir escribiendo". De hecho, ya trabaja en "alguna idea que sigue su camino", enraizado a "las épocas históricas de la ciudad", y espera que "para el próximo año" pueda publicar su segunda novela, aunque con "la responsabilidad de que es la segunda tienes que esforzarte un poco más porque ya no cuentas con el factor sorpresa".

En relación al argumento de la novela, el protagonista disfruta de una apacible vida que se complicará por no estar en el momento adecuado en el sitio correcto. A las complicaciones derivadas de una conspiración para derrocar a Abderramán III se le sumará la aparición de Samira, una joven que cambiará para siempre la vida de Hisham, de modo que el destino será "una palabra que nunca habrá tenido tanto significado para este príncipe de los pícaros".