El flirteo que se inició el verano pasado se ha transformado en un idilio en toda regla y, de no mediar una ruptura inesperada, puede consumarse en breve. Juanmi Puentenueva apunta al banquillo del Pozoblanco, que pretende volver a postularse como aspirante a pelear por el ascenso en el Grupo X de Tercera División después de una última campaña más que notable. Los números, sin embargo, no le sirvieron para renovar a Rafa Carrasco, al que se dijo adiós de forma fría después de una relación con muchas tiranteces. Ahora se está a la búsqueda de un sustituto y en la agenda pozoalbense está subrayado en rojo el nombre de Juanmi Puentenueva, nacido en Pozoblanco pero que nunca tuvo la oportunidad de dirigir al histórico equipo del Valle de los Pedroches. Ahora éste ha vuelto a llamar a su puerta.

Juanmi Puentenueva lleva una trayectoria excelente en los últimos años. Después de dirigir al Écija Balompié en la División de Honor Juvenil accedió al banquillo del Marinaleda, después de haber sonado con fuerza para el Pozoblanco. Con los sevillanos firmó un ejercicio de lujo: logró la primera clasificación de la historia del club para la fase de ascenso a Segunda División B, aunque cayeron derrotados por Las Palmas Atlético.

El Pozoblanco, que experimentará una drástica reducción de presupuesto -algo más que una moda en tiempos de crisis-, también se ha fijado en otros posibles candidatos. Rafael Carrillo Falete y Rafael Berges han sido tanteados por la entidad pedrocheña, aunque las conversaciones no han cuajado. La directiva de José Antonio Bravo sigue apurando gestiones en varios frentes.