Pintan bastos para Razak. El portero ghanés no pudo completar la sesión de entrenamiento de ayer al resentirse de nuevo de los problemas en la tibia izquierda que arrastra desde hace diez días y, a la espera de someterse a nuevas pruebas médicas, su concurso ante el Nàstic vuelve a estar en el aire. Es una película similar a la que vivió el meta durante la pasada semana, aunque al final formó parte del once inicial en Mendizorroza, sin tener una tarde del todo afortunada. Esta vez, al tratarse de una recaída, las sensaciones tanto en el jugador como en el cuerpo técnico son peores, aunque habrá que esperar a ver cómo evoluciona en las próximas horas uno de los intocables para Oltra.

A pesar de que desde el club se le ha restado importancia desde el principio, Razak no está al cien por cien físicamente, ni mucho menos. El balonazo y posterior toque con el futbolista del Numancia Pablo Valcarce tras un error propio provocaron una molestia en la parte posterior de la tibia izquierda que aún hoy sigue impidiendo al cancerbero trabajar con normalidad junto al resto del equipo. Y ya han pasado diez días desde aquello. Después de estar entre algodones durante la pasada semana, el ghanés se puso a disposición del cuerpo técnico para la cita ante el Alavés y fue titular en Vitoria. Ahí pareció acabar la historia, si bien ayer quedó patente que la pesadilla continúa presente en la cabeza del meta.

Porque Razak, que ya el martes se quedó trabajando en el gimnasio en manos de los recuperadores, tampoco pudo completar el entrenamiento de ayer. Esta vez no estaba planificado que se saliera antes que el resto del grupo, sino que tras unos primeros ejercicios específicos con Jorge Ramírez y junto a sus compañeros Falcón y Sillero, tuvo que parar. Primero habló con Oltra, al que explicó el dolor que le producía cualquier movimiento en su pie izquierdo, y luego se sentó en el banquillo con evidentes gestos de contrariedad. Finalmente, tras ser atendido por el fisio en primera instancia, se marchó al estadio acompañado del delegado del equipo, Julio Cruz.

Ante tales acontecimientos, el club informó que a buen seguro el meta se sometería a más pruebas médicas para descartar cualquier dolencia mayor en la zona afectada. Pero, a falta de comunicación oficial, lo que sí es cierto es que de nuevo la participación del internacional ghanés en el partido ante el Nàstic queda puesta en entredicho. Esta vez más si cabe porque las sensaciones son mucho peores. Oltra tendrá que decidir entre mantener la confianza en el tocado Razak o apostar de nuevo por Falcón, que ya dejó claro en Lugo hace quince días que sus dudas del comienzo de temporada están más que olvidadas.