Las distancias parecen haberse reducido por los resultados vistos durante los entrenamientos de pretemporada, pero Marc Márquez (Repsol Honda) continúa siendo la referencia para todos sus rivales de MotoGP en la temporada 2015 que arranca en el circuito de Losail con el Gran Premio de Qatar.

El piloto ilerdense comenzó el año dominando los test de Sepang (Malasia), si bien es cierto que el circuito asiático es un tanto particular por sus condiciones climatológicas y por las características técnicas del mismo. Después, en Losail, escenario de los últimos entrenamientos de preparación, la situación cambió algo, no demasiado, pero varió, al encaramarse a las primeras posiciones las nuevas motos Ducati evolucionadas por el ingeniero italiano Gigi Dall'Igna y pilotadas por sus compatriotas Andrea Dovizioso y Andrea Iannone. Dovizioso tiene una amplia experiencia en la categoría y a poco que la GP15 funcione su llegada al grupo de cabeza debiera ser un hecho.

A priori, el doble campeón del mundo de MotoGP debe volver a ser el rival a batir, por la experiencia acumulada y por el potencial que evidencia en pista el dúo que forma con su Repsol Honda RC 213 V, una moto cada vez más competitiva y equilibrada que apenas necesita evoluciones de un campeonato a otro.

No obstante, la progresión experimentada por las Yamaha YZR M1 de Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, con la evolución de su nuevo cambio seamless, tanto para engranar marchas como para quitarlas, parece haber acercado bastante las motos a las de sus principales competidores. Con todo, no será hasta que comience el Mundial cuando verdaderamente se vean las diferencias reales entre ambas mecánicas y se puedan calibrar las opciones reales de Lorenzo y Rossi de aspirar a destronar al joven campeón de casi todos los récords.

Si las Yamaha dan ese paso esperado para acercarse a las Honda de Márquez y Pedrosa, el Mundial de MotoGP de 2015 podría estrechar sus diferencias en gran medida y con ello hacerlo el más animado de los últimos años, máxime después de las 13 victorias de 18 posibles, diez de ellas de forma consecutiva, que acumuló el campeón del mundo en 2014.

Además de las Yamaha, al grupo de cabeza se podría unir, por lo visto en Sepang y Losail, y a pesar de la controversia que pueda generar el uso de los neumáticos extra blandos y el reglamento técnico Open, las nuevas Ducati de Dovizioso e Iannone, sobre todo el primero por la gran sapiencia que acumula en la categoría y su ambición de estar de manera asidua en el podio. Un paso más atrás, aunque bien podrían ser protagonistas en los entrenamientos oficiales merced al uso de los neumáticos extra blandos, estarán los representantes de Suzuki, que vuelve a la máxima categoría del motociclismo con los españoles Aleix Espargaró y Maverick Viñales. El primero de ellos tendrá mucho que decir porque lleva ya tiempo compitiendo en desigualdad de condiciones en MotoGP acumulando una notable experiencia. Si la fiabilidad de la GSX-RR no falla puede dar alguna sorpresa, pese a que todavía le falte algo más de potencia y velocidad punta.

Por cuanto se refiere a los equipos satélite, tanto las Yamaha de Pol Espargaró y el británico Bradley Smith, como las Honda de los ingleses Cal Crutchlow y Scott Redding deberían estar en el segundo grupo de carrera prácticamente en todos los grandes premios y, en función de las circunstancias y los errores de sus rivales, incluso pelear en ocasiones por algún peldaño del podio.

Mucho más trabajo por delante le queda al fabricante italiano Aprilia, quien adelantó un año su regreso a MotoGP de la mano del equipo de Fausto Gresini y a sus pilotos Álvaro Bautista y Marco Melandri. También puede ser el año de Héctor Barberá, quien dispondrá desde el principio de su Ducati Desmosedici de MotoGP, aunque la versión GP14.2 a la espera de que el uso continuado de las GP15 por parte de Iannone y Dovizioso le permita heredar la GP14.3, algo más competitiva.