Nabil Ghilas y Javi Lara eran los grandes protagonistas en su regreso a El Arcángel. Lo hicieron de diferente manera, aunque ambos eran novedad.

Miroslav Djukic no tuvo duda y metió de inicio a Ghilas. El delantero franco-argelino, que se lesionó en el anterior choque en el coliseo ribereño frente al Granada, se perdió el partido del pasado lunes en Vallecas ante el Rayo Vallecano. Durante la semana, ya entrenó con el grupo y el preparador serbio no se lo pensó dos veces. Convocatoria y titularidad. Algo lógico, ya que es el máximo goleador de los cordobesistas con cinco goles. Ayer al igual que en el envite frente a los nazaríes, se situó escorado a la izquierda.

En el bando contrario estaba Javi Lara. El montoreño regresa a su tierra y lo hacia de titular. Gaizka Garitano confió en el cordobés para darle pausa y criterio en el juego de su equipo, aunque lo tuvo que hacer fuera de la posición donde más rinde. Escorado a la banda, el ex del Lucena no rinde igual, pero rayó a un buen nivel durante los 89 minutos que estuvo en el terreno de juego.

De inicio todo se le puso de cara al Córdoba. En el gol más rápido del Córdoba, sólo unos segundos desde que empezase el encuentro, Florin, tras una pared con Fede Cartabia y tras perder Javi Lara y Dani García el esférico, aprovechó para adelantar a los cordobesistas en el marcador. Todo se puso de cara para los de Djukic. El serbio salió con todo en ataque y el CCF disfrutó de una gran primera parte. Ghilas incordió en todo momento a Bóveda e intentó conectar con Fede Cartabia y Bebé en todo momento. Muy móviles los tres durante la primera parte del choque. La falta de rodaje no se le notaba al delantero franco-argelino, que luchó todos los balones y apretó de lo lindo. Raúl Navas fue el primero que lo tuvo que frenar, viendo éste la amarilla. Sólo le faltó el gol, la guinda perfecta.

Por su parte, Javi Lara estuvo algo más desapercibido, aunque su clase es notoria. Su toque de balón es exquisito y eso lo nota un Eibar que fuera de casa está intratable. En la segunda mitad, el panorama varió un poco. A Ghilas le costó entrar en juego, mientras los armeros poco a poco llegaban más al área de Juan Carlos. Los minutos pasaban, aunque todo cambió con las expulsiones de Campabadal y Piovaccari. Quizás el CCF fue el que peor llevó esta acción del partido. No se le vio como en los primeros 45 minutos, el derroche físico le pasó factura.

Ante ese panorama, Djukic decidió dar entrada a Abel Gómez por un agotado Ghilas, que disfrutó de 63 minutos y se fue sin probar fortuna sobre el arco de Irureta. El sevillano entraba para dar más empaque al centro del campo y a su vez Deivid retrasaba su posición a la zaga.

Poco a poco, el Eibar se creció y Arruabarrena niveló la contienda. Con el empate, Javi Lara cerró muy bien las internadas de Crespo. El montoreño se fue en el 89' y El Arcángel lo despidió con otro rasero al que poco antes lo hizo con Ghilas. Algo previsible. Dos regresos con diferente protagonismo.