De libros

La tierra o la paz

  • Almed publica la edición ampliada de 'El mundo de hierro', el clásico de Avi Shlaim sobre la historia del conflicto palestino-israelí, enriquecido con sus últimos artículos de prensa.

El muro de hierro. Israel y el mundo árabe. Avi Shlaim. Almed, 2011. 864 páginas. 32 euros.

Aunque el sueño del retorno a Sión es tan antiguo como la propia historia del pueblo hebreo, la formulación del sionismo no surgió de ninguna escatología sino más bien, como ha recordado Élisabeth Roudinesco (A vueltas con la cuestión judía, Anagrama 2011) de la secularización de los Judíos de la diáspora que introyectaron el propio rechazo que suscitaban como nación para concebir el proyecto de construir una propia con territorio y fronteras definidas. El concepto de muro de hierro, que sirve de hilo conductor al relato de Avi Shlaim, fue postulado por el pensador ruso-judío Zeev Jabotinsky en el ambiente imperialista de la Europa de Entreguerras que despertó el nacionalismo árabe y que justificaba, en consecuencia, la necesidad de levantar un cordón de seguridad militar como única garantía de supervivencia de un futuro estado judío en Palestina. Para Avi Shlaim, el cinturón de acero de Jabotinsky resulta, al mismo tiempo, espejo y destino de la historia del Estado de Israel desde su nacimiento en 1947 hasta la actualidad. Atrapados en el cerco de su propia mentalidad del asedio, los dirigentes israelíes pocas veces han conseguido superar la línea de horizonte de esta suerte de profecía contemporánea, a veces impuesta por circunstancias externas de extrema dificultad, pero otras muchas, autoimpuesta por su propia miopía.

Solo en dos ocasiones la fatalidad de un Estado que parece condenado a vivir en una guerra perpetua con unos vecinos hostiles pudo haber cambiado y el apriorismo de la seguridad haber dado paso a una verdadera política de negociación. La primera vez en los Acuerdos de Camp David de septiembre de 1978. Recordemos que a esta cumbre se llegó después de años de inmovilismo (en el fondo de miedo) porque Israel no se atrevía a mover ficha tras la guerra de los Seis Días y más tarde del Yom Kippur. Carter, Sadat y Begin desbloqueraron el conflicto y empezó a hablarse de "un marco para la paz en Oriente Próximo" y de la elección de una "Autoridad para el autogobierno". Sin embargo, el atolladero en que se encontró el Líbano en los años 80, una "guerra elegida" como reconoció el propio Begin, colocó de nuevo el muro infranqueable de Jabotinsky como condición previa de supervivencia del Estado hebreo. La segunda oportunidad llegó con los acuerdos de Oslo de 1993. La foto de Yitzhak Rabin estrechando la mano de Yasser Arafat, líder de la OLP, apadrinados por Clinton, recorrió el mundo, aunque fueran los noruegos los mediadores de unas negociaciones que se produjeron en secreto. El discurso de Rabin ante la Knesset (el parlamento israelí) del 13 de julio despertó grandes esperanzas. Desafiando el recurrente sentimiento de amenaza que ensombrecía el futuro de los israelíes, el primer jefe de Gobierno nacido en Israel habló como un verdadero líder que proponía soluciones para la región. Pero su trágico asesinato en noviembre de 1995, cuando iban a iniciarse las negociaciones sobre el estatuto de los territorios ocupados, precipitó una nueva involución del proceso.

La espiral de violencia que se desató en los años siguientes es bien conocida: radicalización de Hamás, ataques de los guerrilleros de Hezbolá desde la frontera norte, respuesta de Israel (la conocida como operación "Uvas de la Ira"), reactivación de la política de asentamientos por Netanyahu... en fin, siguiendo con la imagen del autor, el regreso a la ciudadela de hierro. El enfoque de Avi Shlaim se sitúa siempre bajo el prisma de la política interna del Estado de Israel de la que es reconocido analista, orillando el proceso de cambio que experimentó paralelamente la sociedad palestina donde empezaron a arraigar los planteamientos del extremismo chiíta. Pero no lo pretende. Como libro de tesis se mantiene fiel a la idea que, según él, alumbró la historia de Israel desde Ben-Gurión: el concepto del parapeto infranqueable, contenedor indispensable para buscar desde una posición de fuerza acuerdos de paz. Los dos extensos capítulos finales, escritos expresamente para esta nueva edición, desarrollan una nueva articulación de esta vieja disyuntiva, encarnada en dos personalidades de la reciente política israelí: Ehud Barak frente a Ariel Sharon. El liberal Barak quiso impulsar el proceso de paz con un acercamiento entre Jerusalén y Damasco, pero fracasó (segunda cumbre de Camp David) por sus propias contradicciones que le restaron credibilidad. La Operación Escudo Defensivo de Sharón, exponente de la "guerra contra el terror" que auspició la Administración Bush posteriormente al 11-S, anuló cualquier expectativa de negociación con su política unilateralista de hechos consumados que tuvo inmediata respuesta en la reactivación de la intifada. Sin embargo, los errores de los políticos parecen haber acercado finalmente a estas dos sociedades, cansadas de décadas de conflicto. Los palestinos empiezan a aceptar la solución de los dos Estados y los israelíes se han dado cuenta de que tendrán que renunciar a una parte de la tierra si quieren una paz duradera. ¿Facilitará el nuevo contexto político abierto con la primavera árabe el paso definitivo?

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