Córdoba

El temor a los robos en verano dispara la instalación de cámaras de seguridad

  • Los sistemas permiten ver el interior de la casa desde el teléfono móvil · Los propietarios blindan los chalés de la Sierra, El Brillante y las nuevas urbanizaciones de El Tablero o Huerta de María Luisa

Los ladrones no se van de vacaciones. O, al menos, no descansan hasta septiembre. Julio es el mes de preparar las maletas y revisar el pasaporte y también para muchos cordobeses el momento de asegurar la casa y el negocio y evitar así los temidos robos veraniegos. Y pese a que las estadísticas oficiales afirman que los delitos han bajado un 9% desde enero respecto al mismo periodo del año pasado, la sensación de que algo puede ocurrir no se olvida y las empresas de seguridad experimentan un pico anual de actividad. Según la patronal del sector, la instalación de sistemas de videovigilancia en las viviendas repunta un 15%, lo que significa que al menos 200 nuevos propietarios de toda la provincia blindan sus casas.

La irrupción de sistemas de recepción de señales cada vez más sofisticados y el abaratamiento de la maquinaria son los dos motivos principales por los que los particulares se decantan cada vez más por métodos de videovigilancia, informó el responsable de Eber y presidente de la Asociación de Empresas de Seguridad de Córdoba, Esteban Granero. Las nuevas formas de delincuencia organizada han hecho que los departamentos de investigación y desarrollo del sector se pongan a trabar a todo ritmo. Y el resultado es que con sólo encender el móvil desde cualquier punto del planeta es posible ver qué está ocurriendo en casa. "Las trasmisiones se hacían antes por la línea telefónica y la recepción era defectuosa. Ahora, gracias al GPRS o la red wifi, en cambio, son excelentes", explicó Granero.

La técnica permite la instalación de más de una decena cámaras en la vivienda. La recomendación es que los puntos de visión se coloquen en el acceso a la cochera y la casa, dentro del parking, en la cocina, los pasillos y el salón. "Lo idóneo es que las cámaras estén visibles para que ejerzan un efecto disuasorio", añadió Granero; en los lugares públicos, además, ocultar sistemas de emisión de señales puede suponer un conflicto legal. Desde el móvil, se puede seleccionar la cámara que se quiera. Las instalaciones más avanzadas incluyen la domótica, lo que posibilita, por ejemplo, encender las luces de la casa para que las imágenes sean de más calidad.

En Córdoba capital, los sistemas se están instalando en viviendas familiares aisladas, sobre todo en la zona de El Brillante y de la Sierra, aunque también en las nuevas urbanizaciones de El Tablero o Huerta de María Luisa. Pozoblanco o Lucena son municipios donde las nuevas tecnologías al servicio de la seguridad están cada vez más presentes. El precio de un kit completo -con dos cámaras y un videograbador- ronda los 900 euros, cuando hace unos años alcanzaba los 3.000, informó Granero.

Cuando la alarma de la vivienda se activa al detectar movimiento, la alerta llega a la central de la empresa de seguridad, que tiene la posibilidad de saber qué está ocurriendo en el interior de la casa. Si se descubre algún intruso, entonces interviene el Cuerpo Nacional de Policía. Frente al boom de la contratación de mecanismos de videograbación, este verano caerá la demanda de vigilantes en los polígonos industriales debido a la crisis económica, según aseguraron diversas fuentes del sector.

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