Córdoba

El Palacio del Sur dejará limitada la capacidad inversora municipal

  • El Consistorio tendrá que financiar a medio plazo 40 millones de euros mientras que la deuda que podrá contraer entre los años 2010 y 2011 suma 46 millones

Empezar las obras del Palacio del Sur significaría hoy, con las cifras de la contabilidad municipal en la mano, limitar a corto y medio plazo la capacidad inversora del Ayuntamiento e incrementar su deuda que acabará el año más cerca de los 300 millones de euros que nunca. Los números que se manejan sobre el coste del proyecto de Koolhaas (incluso tras ser abaratado), la aportación de otras administraciones (18 millones de la Junta y nueve del Gobierno central) y la proyección de inversiones a medio plazo obliga al gobierno municipal a tomar una decisión política casi salomónica: o empezar las obras del centro de congresos a costa de dejar casi a cero las cuentas para inversiones o dejar sobre la mesa, una vez más, la propuesta hasta que se cuente con un escenario de financiación externa más positivo tras gastar 15 millones de euros en proyectos y trámites.

Básicamente, el gobierno municipal tiene que encontrar 40 millones en cuatro anualidades -10 millones aparecen en los presupuestos de 2008 pendientes de que la Junta aporte financiación-. El resto, entre 2010 y 2011 se tendrá que cargar a una capacidad máxima de endeudamiento nuevo limitada a 46 millones. De 2012 en adelante, el Ayuntamiento ha acordado que sólo pedirá préstamos nuevos por el mismo valor de la amortización de deuda del ejercicio anterior, lo que constituye una auténtica incógnita sobre el respaldo financiero. Si a ello se le suma el compromiso de seguir las obras del estadio -siete millones sólo para el fondo sur, otros 25 millones para la nueva tribuna- la carga es demasiado pesada. Incluso la decisión de Fomento de asumir la parte municipal de las expropiaciones de AENA no supone un alivio. Ese dinero, siete millones, se lo ahorra el Ministerio de Industria puesto que el Ayuntamiento sólo cambia el destino de la partida. El Consistorio tiene pendiente también la financiación bancaria de este concepto.

El equipo de gobierno sostiene que, en cualquier caso, el proyecto es perfectamente financiable con el marco financiero actual, aunque reconoce que es "como cuando alguien se compra una casa", asegura el teniente de alcalde de Urbanismo, Francisco Tejada. La tesis del gobierno municipal es que abonar por fases -con sus respectivas operaciones crediticias a largo plazo- permite financiar perfectamente la obra. La cuestión reside en los sacrificios. Este año, casi un tercio de la partida de inversión se irá al centro de congresos. El próximo, la cantidad podría ascender a la mitad.

El alcalde, Andrés Ocaña, ya ha dicho que el centro de congresos es objetivo preferente de este curso político para el equipo de gobierno. Los plazos que se barajan pasan por licitar la obra antes de final de año. Para que ello ocurra, el gobierno municipal debe presentarse ante el Pleno con garantías suficientes de que tendrá dinero con el que responder a pagos futuros. El equipo de gobierno cree que tan sólo es preciso un acuerdo de Pleno en el que los capitulares -la mayoría absoluta de éstos, en realidad- se comprometan a introducir partidas anualmente hasta terminar el pago del edificio, de 67 millones de euros de presupuesto (llave en mano, con el equipamiento interior completo incluido). Queda totalmente excluida una operación de endeudamiento con el patrimonio municipal de suelo como garantía. Los objetivos legales de ese patrimonio son comprar más suelo, edificar VPO y rehabilitar zonas marginales o edificaciones en la ciudad consolidada.

Intervención ya advirtió en su informe al plan económico financiero que no se hacía mención alguna a cómo se iban a pagar estas grandes obras. El plan de saneamiento del mes de julio tampoco dedica ni una línea de 90 folios al asunto en concreto. El gobierno municipal tendrá que presentar en los próximos meses un programa de financiación, explica Tejada, sobre cómo se va a abonar la totalidad de la parte municipal. Y existen cada vez más voces en el ámbito político y empresarial que ponen en duda la capacidad financiera del Ayuntamiento para empeñarse en el proyecto, al menos mientras las aportaciones de la Junta y el Gobierno central sigan sumando un porcentaje tan reducido.

El nuevo marco genera una novedosa actitud política por parte de este gobierno municipal y, al menos, de los dos siguientes. Quien pida inversiones se tendrá que encontrar en muchas ocasiones con un no por respuesta, la palabra que más desgasta políticamente. No habrá para todos.

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