La familia de un menor de 13 años ha denunciado ante la Policía Nacional y Local un supuesto caso de acoso escolar que el niño sufre desde hace algo más de un año en el centro donde estudia. Según la denuncia presentada -a la que ha tenido acceso El Día-, el estudiante ha recibido "insultos y vejaciones" (como escupitajos) por parte de algunos de sus compañeros de clase y también "lo han agredido, aunque él lo niega, porque ha llegado a su casa con la ropa desgarrada y la cartera rota". Los hechos se han producido, supuestamente, en un centro concertado ligado a una orden religiosa. Este periódico intentó ayer sin éxito contactar con el jefe de estudios o el director del colegio, que tienen constancia de la denuncia.

En el escrito presentado en la Policía Local se detalla que el menor recibe insultos como "niña, maricón, maricona, te vamos a hacer..." y que ni siquiera entra al servicio del colegio porque "tiene miedo". El alumno ha estado en tratamiento psicológico y psiquiátrico debido, supuestamente, a estos episodios de bullying que también han provocado, según la familia, que baje su rendimiento escolar cuando él "sacaba muy buenas notas". Las vejaciones de los compañeros han llegado tan lejos que, según se recoge en la denuncia, el menor ha escrito dos notas de suicidio. Una de ellas la rompió él mismo pero otra la mantiene la familia y se la enseñó a uno de los responsables del centro. En ese momento le contestaron desde el colegio que se trataba "de un hecho puntual", según la versión de la familia de la víctima. Además de este encuentro, los familiares se han reunido con el coordinador de estudios "hasta en seis ocasiones" pero en todo momento mantienen que "no se trata de maltrato, sino de un hecho puntual, de juegos de niños" y que "si tiene algún problema, que se cambie de colegio". La familia, según aseguran en la denuncia, tiene también notas de algunos compañeros en las que se hace constar que son testigos de los supuestos malos tratos que sufre el menor.

Además de presentar ayer la querella, los familiares también tienen intención de poner los hechos en conocimiento de la Delegación de Educación para que pueda tomar parte de la situación. El escrito, además, ha pasado a la Fiscalía de Menores que también tendrá que decidir si investiga los hechos por ser constitutivos de delito.