El Partido Popular lanzó ayer su plan concreto para la Feria de Mayo, al menos en lo que concierne a los asuntos derivados de la gestión económica. El concejal de Fiestas, Rafael Jaén, reunió anoche con cierto misterio a la comisión de la Feria de Mayo en la que expuso a los distintos colectivos que están relacionados con la fiesta y a los partidos políticos cuál es su idea de cómo debe organizarse el recinto del Arenal. Jaén lo hace además con mucho tiempo de antelación con el objetivo de propiciar un debate que tiene que sustanciarse en las opiniones recogidas y por recoger. En concreto, el PP apuesta por una Feria más corta (de seis días), evita el concepto de caseta privada pero abre la mano a que se tomen medidas que vienen reclamando algunos colectivos como los recintos tradicionales, que cuentan con una influyente asociación. Eso sí, quien quiera intimidad tendrá que pasar por la caja municipal porque reunirse con los socios no será gratis.

Rafael Jaén repartió entre los miembros de la comisión un proyecto de pliego de bases en el que dice que la Feria de Mayo de 2012 comenzará a la medianoche del lunes. Se trata de una medida peliaguda que iba en el programa electoral del PP pero que tiene una incidencia sustancial: acorta el plazo de amortización de los profesionales de la Feria. El PP propone que la fiesta tenga un único fin de semana, una idea que ya se tuvo en el pasado pero que se desechó por las presiones. Miembros de los colectivos que montan casetas reconocieron ayer sus reservas a una medida que afecta directamente a los ingresos con los que se financian entidades como las cofradías o las peñas. Menos días de apertura pueden significar también menos dinero por el alquiler de la barra y la cocina.

Como se ha dicho, las nuevas bases -sobre las que los miembros de la comisión de Feria darán su opinión en diez días- no establecen directamente las casetas privadas, a pesar de que el PP, durante la campaña, dejó abierta dicha posibilidad. En realidad, se trata de unos planes que estaban en los primeros esbozos de las bases pero que se fueron eliminando en el trabajo interno del gobierno municipal. A cambio, el alcalde y el concejal de Festejos pretenden establecer un principio: quien quiera cerrar para socios, paga.

Según fuentes consultadas, las bases establecen distintos tipos de casetas. Las casetas públicas tendrán que ser explotadas por el mismo colectivo solicitante. Éstas no tendrán posibilidad de ampliar el horario de cierre a socios y sus puertas tendrán que estar abiertas conforme marca la normativa. En segunda instancia, se habla de casetas institucionales, que puede ser también de entidades y asociaciones, que podrán solicitar que una empresa lleve la barra y la cocina. En realidad, esto ya es una novedad. Las bases de la Feria establecían la ficción de que el peticionario -un colectivo- era el responsable de la caja registradora cuando, en realidad, existe un mercado de alquileres en los que sociedades de hostelería pagan a asociaciones, peñas y cofradías por su arrendamiento.

Este tipo de casetas sí tendrán la opción de ampliar el periodo de cierre a socios. Actualmente, las casetas pueden solicitar al Ayuntamiento cuatro periodos en los que estén disponibles sólo para los hermanos de una cofradía, los miembros de una peña o los socios de la caseta. En una primera lectura del pliego, fuentes de la comisión de Feria explicaron que la propuesta del Ayuntamiento es que esos cuatro primeros cierres sigan siendo gratuitos. Si los responsables de la caseta quieren ampliarlos, tendrán que abonar una cantidad que una fuente cifra en 1,5 euros por metro cuadrado. El gobierno del PP anunció en su día que reduciría la caseta mínima a 100 metros cuadrados con el objetivo de reducir los costes de instalación.

Otra novedad es que se tipifican las casetas restaurante. Diversos colectivos de la Feria ya han mostrado su rechazo a que la fiesta se haya convertido en una sucesión de recintos que, en realidad, son negocios de comida. El proyecto de bases de la Feria equipara estos recintos a las discocasetas en materia tributaria. Instalarlas será más caro. Además, estarán tasadas. El documento repartido ayer establece que el Consistorio permitirá dos casetas restaurantes en el recinto, lo que obligaría a algún tipo de competición administrativa en el caso de que hubiese más candidatos. También las discocasetas se pretenden limitar. El documento entregado ayer -el PP dispone de mayoría plenaria para aprobarlo- asegura que se permitirán tres discocasetas y una light, en la que no se sirva alcohol y que, por ende, no exija la mayoría de edad a su clientela. El anterior gobierno ya intentó parar la proliferación de discocasetas, en realidad, con muy poco éxito.