PODRÍA ocurrir que el Sevilla-Granada de esta noche tomase carácter plebiscitario con la figura de Quique Sánchez Flores polarizando la cosa. Es un partido del que tomar buena nota por el entorno que se le cree, pero el resultado del plebiscito estará en razón directa del juego que ofrezca el equipo. Ante un Granada que de la mano de Sandoval ha empezado a creer en los milagros, de lo que el Sevilla ofrezca dependerá qué opina la grada.

Mucho se habla en estos días de la política regeneradora que el club quiere diseñar con vistas al plantel. Se están dando por hechas bajas que quizá a la hora de la verdad no sean fáciles de ejecutar. Pero en todo este batiburrillo de nombres no hay ninguno tan importante como el del entrenador que vaya a ocupar el banquillo de la derecha de Nervión. Y hoy, la atención de la grada puede estar fijada en la figura de Quique, un técnico que ha hecho un trabajo encomiable.

Por lo demás, un partido éste con los granadinos en el que sólo ellos se juegan algo, o mucho. Con quince puntos aún en el aire, los diez que le separan de la salvación se ve como empresa complicada. Claro que siempre queda el asidero de que mientras haya vida hay esperanza. Sí queda claro que con Sandoval al frente, la tropa ha experimentado un subidón anímico que bien se comprobó la pasada jornada con su holgado triunfo sobre Osasuna en Los Cármenes.

Que la grada se convierta en protagonista de la noche puede ser lo más interesante que desde la acera sevillista ofrezca el partido. Saber cuál es la opinión del público soberano sobre presente y futuro del vestuario debe servir para aclararle las ideas a un consejo directivo que ha de tenerlas muy definidas al respecto. Al campeonato le quedan dos telediarios, el Sevilla ya salió del embrollo y se enfrenta a un equipo casi desahuciado. ¿Plebiscito habemus?============Opi-Epi (6551448)============