Si algo tiene Patricia es simpatía, la desprende a raudales cuando te sonríe y te habla de la pasión que siente hacia su trabajo. Contagia esa energía y esas ganas de dedicarte a hacer aquello que tanto te gusta. Está ocupada de lunes a domingo con los proyectos que no dejan escapar y que hacen tanto ella como su hermana, Lidia, con mucho amor. Las dos patas de una empresa que emprendieron con ilusión y que han consolidado a base de esfuerzo y de dar lo mejor de sí mismas.
Los inicios de Weddings with love
El concepto 'wedding planner' era nuevo para muchos en nuestro país cuando estas dos sevillanas comenzaron su andadura organizando bodas en 2013, de hecho el proyecto nació a un par de miles de kilómetros de aquí, concretamente en Londres, donde por entonces residía Patricia.
"Estaba trabajando y aprendiendo inglés, a la vez que escribía artículos de moda, y cada vez que iba a comprar una revista me fijaba en las publicaciones que había sobre bodas, y eran bodas de ensueño". Recuerda que entonces cuando la invitaban una boda, no le apetecía ir, le resultaban aburridas e incluso teatrales, y en ese punto, intuyó un camino nuevo que no dudó en emprender. Vio lo mucho que podía hacer y se embarcó en el proyecto.
Lidia y Patricia en la presentación de su línea de joyería y la reedición de su libro en BiBo, Madrid.
"Estudié periodismo y producción de eventos y me di cuenta que planificar una boda era crear, producir de la mano del amor". Y lo hace con alguien con la que comparte mucho más que trabajo, Lidia, su hermana que también tiene formación en organización de eventos, turismo y un MBA en gestión de empresas."Un año antes me dicen que montaría una empresa con mi hermana y no lo creería, fue algo muy casual, que fuimos construyendo mientras yo estaba Londres. Volví a España, mi marido me pidió la mano...me casé y quería crear esto, probarlo. Y nos salió bien".
Lo que empezó como una fantasía y una idea de camino a su empleo en Reino Unido, se materializó en algo que les aporta la plenitud de trabajar con pasión y la recompensa de tener clientes agradecidos a lo ancho y largo del mundo.
"Empezamos este proyecto de manera muy humilde. Tenía 250 euros y le dije a mi amigo Álvaro, que es programador web: 'haz lo que puedas con este dinero'. Y salimos al mercado así". Y el éxito les llegó desde incluso antes de tener web y logo. Confiaron en ellas, porque según Patricia, ese es su valor añadido más claro: "Trabajamos con personas con las que nos sentimos conectadas", de hecho, uno de los primeros pasos para que WWL se encargue de organizar tu boda es una entrevista, una toma de contacto con el cliente, en el que aprecian si realmente puede establecerse una relación satisfactoria, si captan bien la esencia y conectan.
Emprendedoras, trabajadoras y editoras
Les cuesta mucho negarse a llevar a cabo una idea, con su consecuente proyecto. De hecho, a los dos años de empezar le dieron un giro a todo, lanzaron nueva web y editaron un libro que se ha convertido en un must para todo el que organice una boda, ya sea la suya propia o como profesional del sector.
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"El libro de Wedding Planner se publicó en 2015 y fue una gran inversión. Somos autoeditoras, no tenemos ninguna distribuidora, ni editorial. Los hemos escrito, diseñado e impreso nosotras. En él encuentras la teoría necesaria para poder organizar tu boda, tiene dos partes, la primera 'diseña y planifica tu boda' y la segunda, 'organiza y coordina' que es una agenda. Está escrito de manera natural y cercana, con nuestras frases y bromas. Para que sea un camino agradable, para que no se olvide que estamos organizando una fiesta".
La semana pasada presentaron su reedición en Madrid por todo lo alto. Lo hicieron a la vez que lanzaban su primera colección de joyería de novia junto a la firma Oui petit, en el restaurante BiBo de Dani García. Hoy tendrá lugar la presentación en su tierra, Sevilla, y hay señales de que no tendrá mucho que envidiar a la primera.
La edición del libro de Lidia y Patricia nació como respuesta a una pregunta: "¿Cómo podemos ayudar a esas novias que no pueden costearse una wedding planner?". Intentan hacer una labor social dentro de la profesión, de hecho, saben que sus perfiles en redes sociales y su trabajo sirve de inspiración a muchas personas que las siguen: "Había quien nos decía ¿no tenéis miedo a que dejen de contrataros o que os copien? Y no. La esencia de eso es la conexión con el cliente. Nuestro libro lo tienen muchas weddings planners, de hecho a veces nos pasa, que vemos una foto en Instagram que nos recuerda a nuestro trabajo, expresando algo con nuestra jerga…¡es una manera de ayudar!".
En octubre tendrá lugar una próxima edición de su taller de formación WWL Academy: "Nos escribía mucha gente queriéndose formar en esta materia y nos lo planteamos y así lo hacemos, cursos muy exclusivos, de 20 personas, profesionales del sector, que tardamos meses en seleccionar. En esta edición vienen desde Perú o París".
"Nos sentimos muy afortunadas pero trabajamos duro"
"Somos pasionales. Es un trabajo precioso, y de lo que más me gusta de esto son las relaciones sociales. Conocer a tanta gente". Afirma Patricia, que dedica prácticamente la totalidad de su día a trabajar en lo que verdaderamente ama. "Veo fotos de hace cinco años con mi hermana y veo cómo hemos crecido, estamos cansadas, no estamos hechas para perder, y tenemos un nivel de compromiso muy alto que se convierte en una carrera de fondo, siempre queremos adelantar y dar lo mejor".
La exclusividad de su trabajo viene en relación al esfuerzo que cada boda conlleva para ellas. No les gusta perder el control de nada, siempre van alguna de las dos a las bodas que organizan, aunque tiene un equipo muy competente y coordinado, piensan que ellas son las que más tienen que dar: "Solo hacemos entre 14 y 20 bodas al año. Porque queremos hacerlo de manera exclusiva muy cuidada. No abarcamos más porque nos da miedo no tener el alto nivel de exigencia. Ofrecemos un producto de alta calidad y no estamos dispuestas a bajarlo para ganar más dinero, no queremos. Queremos vivir bien y felices".
Imagen de la planificación de la boda de Maria José Suárez en Santorini
Hacen las cosas con cariño, ese es su sello, es la literalidad de su nombre, hacer su trabajo con amor y esfuerzo, creando de esos días inolvidables...verdadera magia.
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