Al descubierto el secreto mejor guardado de Regadera: la receta de su famosa tarta de queso

Gastronomía

El potente queso de oveja Tormentoso de Calaveruela, elaborado artesanalmente en Fuente Obejuna, es una de las claves para conseguir un postre único

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Tarta cremosa de Queso Tormentoso Calaveruela con frutos rojos
Tarta cremosa de Queso Tormentoso Calaveruela con frutos rojos / El Día

Recientemente se celebraba en todo el mundo el Día de la Tarta de Queso. En Córdoba hay muchas buenas que probar, pero hay una con mucha personalidad propia, la del restaurante Regadera (Ronda de Isasa, 10).

Como todas las creaciones del chef Adrián Caballero es un auténtico plato de autor. Él se empeña en decir que "elaborarla no tiene ningún misterio", pero su la tarta de queso con frutos rojos se ha convertido ya en un postre de culto.

Ligera, cremosa, con una base aterciopelada y un relleno ligeramente alveolado, este postre es mucho más que una moda.

Quizás tenga mucho que ver que Caballero emplea uno de los mejores quesos de España (por no decir del mundo), Tormentoso de Calaveruela, para darle ese retrogusto en que se mezcla el dulce con la salinidad propia del queso de oveja.

La buena noticia es que hacer la tarta en casa no sólo es posible sino relativamente fácil. ¡Apunta!

Para realizar la base vamos a necesitar 200 gr. galletas María y 125 gr. mantequilla.

Trituramos las galletas en la Thermomix (o batidora) que quede un polvo. En caso de no disponer de robot de cocina, procedemos a triturar con batidora y paciencia. Mezclamos con la mantequilla pomada y forramos la base del molde de una tarta desmontable de 26 cm.

Guardamos en el congelador para conseguir que se endurezca.

Mientras tanto, procedemos a elaborar el relleno, que lleva 600 gr. de queso Philadelphia, 400 gr. de nata 35%, 80 gr. de queso Tormentoso Calaveruela (o queso Roquefort), 6 huevos y 170 gr. de azúcar.

Trituramos todos los ingredientes en la Thermomix (o batidora) hasta que quede una crema homogénea y sin grumos.

Volcamos con cuidado sobre el molde con la base de galleta y horneamos habiendo precalentado a 170º durante 30 minutos y con el ventilador en marcha.

Dejamos reposar en el horno apagado durante 15-20 minutos y enfriamos a temperatura ambiente.

"¡Y ya está lista para hacer porciones y comer como si no hubiese un mañana", como dice Adrián.

Eso sí, hemos de ponerle como acompañamiento una poco de sorbete de frutos rojos, preferentemente de heladería artesanal, o si no, de cualquiera de las marcas comerciales que más nos gusten. El único truco es ser generosos sirviendo.

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