La edición británica de Vogue en su versión online acaba de publicar una práctica guía de viajes de Andalucía en un divertido y original formato.  El protagonista es Dino quien sigue a pies juntillas las recomendaciones de los lugareños en un travel film en que reproduce todos los clichés que se le presuponen a un guiri de manual. 

En su periplo por una Córdoba que se le antoja de belleza cinematográfica, recala en Caballerizas Reales. "Fundadas en el siglo XVI, son más conocidas por criar la raza real del caballo andaluz, los mejores de los que se exhiben en impresionantes espectáculo habituales. Con sonidos folclóricos como telón de fondo y elaborados disfraces usados por los artistas, los espectáculos cuentan la historia andaluza".

Además, el viajero se convierte en jinete por obra y gracia del embrujo del lugar: "Con la ayuda de Julia, una de las estrellas de Caballerizas y profesora de su escuela de equitación, me subí a un caballo por primera vez". 

El protagonista del 'travel film' destaca la fuerza del vestuario y música de los espectáculos que tienen lugar en Caballerizas Reales

Cicerone de excepción

Otro de los grandes atractivos, como no podía ser de otra manera, es la cocina cordobesa más tradicional. Además, el enviado de Vogue cuenta con un asesor de excepción: "Después de tanta actividad física, llegó el momento de adentrarse en la gastronomía local, que vuelve a ser un reflejo del pasado de retazos de la zona. Unas calles sinuosas más abajo, me encontré con Paco Morales, un chef con dos Estrellas Michelín detrás de uno de los restaurantes más prestigiosos de la zona, Noor". 

No obstante, apunta: "Pero antes de llevarme a su restaurante favorito, Paco me mostró la Mezquita de Córdoba, un símbolo estelar de la arquitectura histórica que hoy presenta una interacción de diversas identidades y culturas".

Y para rematar, el laureado chef comparte algunos secretos de la idiosincrasia gastronómica cordobesa con su invitado: "Me llevó a su restaurante favorito, Casa Pepe de la Judería . Aquí, aprendí sobre la forma local de comer: lenta, indulgente y llena de complejidades que hacen que la experiencia sea más que solo alimento. Recoger los langostinos sin cáscara por sus antenas es un gran ejemplo de cuán práctico es el proceso de comer."