Qué delicia de Millennium. Ramón Colom quiso que el último programa de la temporada fuese un homenaje a los pioneros de la televisión en España que se nos han ido en los últimos meses: José María Íñigo, Pedro Erquicia, Antonio Mercero, Javier Caballé, Manuel Almendros… Cómo apetecería que en vez de algo excepcional, puntual y único, el contenido de este programa se convirtiese en hábitual.

Cuánta falta nos hace un programa que hable de televisión. Que reflexione sobre el medio. Que indague en formatos, tendencias, formas de consumo, sin olvidar nunca de dónde venimos. En realidad, glosar nuestro pasado televisivo daría para un programa por sí mismo. No al a manera banal de Viaje al centro de la tele o Cachitos de hierro y cromo, sino dándose un tiempo para el diálogo. A la manera en que lo hizo, y todavía lo hace, Ramón Colom.

Coincidiendo con la emisión del último Millennium, en el Archivo de TVE han colgado el programa piloto de La gente quiere saber, grabado en 1972, y nunca emitido, en el que una Massiel sin pelos en la lengua atiende las preguntas de un público curioso al que da la palabra José María Íñigo. El visionado del programa es una gozada. Pero lo sería más si fuese arropado por un nuevo espacio en el que los invitados lo comentaran y contextualizaran. Como hacía José Luis Garci con sus colegas en sus coloquios de cine o José Luis Balbín en La Clave.

Millennium es una feliz anomalía que ya ha cumplido cuatro años de vida en la parrilla de la televisión pública. Eso sí, ubicado en las madrugadas y sin redifusiones. ¿Por qué no un spin off titulado Leyendas de la tele? El primer capítulo, por favor, dedicado a Alfredo Amestoy.