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eShop: las tiendas digitales de Nintendo 3DS y Wii U cerrarán en marzo de 2023

Logo de Nintendo eShop

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En febrero de este año, Nintendo anunciaba el final del soporte de eShop para las consolas Nintendo Wii U y Nintendo 3DS, indicando como plazo de expiración marzo de 2023. Por desgracia, lejos de echarse atrás, la empresa ha concretado la planificación y delimita el día de cierre de actividades para el 27 de marzo de 2023. Esto significa que, a partir de esta fecha, ya no será posible realizar compras de contenido para Wii U y 3DS.La compañía también ha informado que, a partir del 29 de agosto de 2022, ya no será posible añadir fondos a través de una tarjeta eShop para ambas plataformas, aunque todavía será posible canjear los códigos de descarga hasta la fecha de cierre de las tiendas, es decir, el 27 de marzo del próximo año.

También se advierte que incluso después de la fecha de finalización del próximo año, aún será posible descargar juegos y paquetes de contenido extra, recibir actualizaciones y jugar en línea en títulos específicos. Sin embargo, la compañía no detalla si está previsto que estos servicios también dejen de funcionar y cuándo podría suceder.

Nintendo recomienda que el saldo de las cuentas de Nintendo 3DS o Wii U eShop se utilicen antes de la fecha límite de marzo de 2023. Cualquier monedero con fondos de Nintendo Network ID vinculados a tu cuenta podrás usarlos para comprar contenido en cualquiera de las consolas disponibles hasta el 27 de marzo. Después de esta fecha, el saldo solo se podrá utilizar en productos para Switch. Las plataformas paralelas de compras como StreetPass Mii Plaza, Theme Shop y Nintendo Badge Arcade seguirán el mismo camino que la eShop estándar.

Por un motivo no especificado por la compañía, las ventas de ‘Fire Emblem Fates’ se cerrarán un mes antes de la fecha de finalización, es decir, el 28 de febrero de 2023. De modo que tan solo será posible acceder a los paquetes de contenido extra publicados para el juego hasta el 27 de marzo.

El asunto genera preocupación en las organizaciones dedicadas a preservar la historia de los videojuegos. Con el auge de consolas con potentes funciones en línea, la desactivación de estas tiendas puede no tener mucho impacto a corto plazo, pero define un escenario catastrófico para los títulos de producción media que fueron distribuidos sólo de forma digital, muchos de ellos sentenciados a muerte.

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