Conforme se acerca la fecha de lanzamiento de PlayStation 4 -en Europa e Hispanoamérica, el próximo 29 de noviembre-, Sony Computer Entertainment refuerza su campaña de promoción con la intención de explicar al público potencial de la esperada videoconsola, amplio y expectante, las novedades que depara el nuevo sistema, que saldrá a la venta al precio de 399 euros.En esta política se enmarca la gira nacional que, tras pasar por Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga, recaló este jueves en Sevilla, donde la multinacional alquiló la planta alta de un conocido y céntrico hotel para mostrar a medios generalistas y especializados la máquina más codiciada hoy por gamers de medio mundo.

PlayStation 4, es bien sabido ya, incorpora evidentes mejoras gráficas. Todos los juegos anunciados -33 disponibles desde el mismo día del lanzamiento de la consola y un total de 140 en desarrollo- aparecen por defecto con una resolución de 1080 frente a los acostumbrados 720 de PlayStation 3. Sin embargo, no parece ése el mayor atractivo de PS4, que fía a la conectividad los mayores avances del sistema operativo respecto a su predecesor.

El acceso inmediato a redes sociales -ejemplificado en el nuevo botón dedicado Share del mando DualShock 4, que posibilita compartir de manera automática los resultados de nuestra partidas- y la conversión definitiva de la videoconsola en centro multimedia de entretenimiento -incluida la interconexión con dispositivos móviles Apple y Android- perfilan un futuro que sin desentenderse de los juegos, la auténtica razón de ser del invento, deja cada vez mayor espacio a la oferta online de compra o alquiler en streaming -no, a Sony Pictures este detalle no se le pasó por alto-.

Como era previsible, mejora, y de manera considerable, el hardware. Con un disco duro de serie de 500 GB, PlayStation 4 no sólo incluye por defecto el habitual cable de alimentación de la consola y el USB para recargar el mando. El comprador encontrará además dentro de la caja el imprescindible cable de conexión HDMI y un auricular mono con micrófono incorporado. Y claro está, el DualShock 4, otra patente mejora frente a sus antecesores. El nuevo mando de PlayStation resulta más ergonómico y cómodo. Sus joysticks analógicos, por ejemplo, incluyen una mejora tan simple como efectiva: en lugar de contar con una terminación convexa concluyen en un botón levemente cóncavo, lo cual impide que los pulgares se deslicen, siempre inoportunamente, en mitad del fragor del juego.

Pero obviamente, los avances van más allá. El sensor de movimiento añade funcionalidades de posicionamiento más propias del mando PlayStation Move -que, no obstante, no desaparece: se trabaja en una versión PS4- en perfecta comunión con la nueva cámara del sistema, la cámara PS4, dotada de una doble lente que amplía de manera notable el campo de visión frontal captado por PlayStation 4.

Con unos gatillos considerablemente más pequeños que los de su hermano mayor, DualShock 4 incorpora el consabido pad táctil y un led con cuatro colores disponibles -el número máximo de mandos conectados a cada consola- que permite a los usuarios saber quién es quién con un mero vistazo. Otra novedad es la incorporación de un pequeño altavoz en el propio mando, así como una conexión para el auricular con micrófono que permitirá al usuario escuchar el audio del juego sin molestar a sus sufridos acompañantes. Desgraciadamente, la cámara PS4 no viene de serie y debe ser adquirida aparte. Sí lo hacen sin embargo, preinstaladas en el sistema operativo, una serie de aplicaciones que tienen precisamente en la cámara la razón misma de su existencia.

De vuelta al software, PlayStation 4 presenta una interfaz por completo renovada. Inteligente, dicen sus creadores, que hacen hincapié en la capacidad del sistema para predecir nuestro siguiente paso tanto a la hora de adivinar a qué título queremos jugar como qué película queremos ver. Un terreno, sin duda, resbaladizo: ¿lo que queremos ver o lo que nos insinúan que veamos?

Pero el software que de verdad interesará a los jugadores es el de los nuevos títulos disponibles, y en eso PlayStation 4, como sus hermanas mayores, va servida de sobra. En la presentación de este jueves pudimos probar lanzamientos tan esperados como ese Assassin's Creed IV: Black Flag de Ubisoft, que parece haber tomado buena nota de lo más intenso del anterior capítulo de la saga, las batallas navales, para montarse una de piratas con estupenda pinta y una mecánica de juego bastante más completa y compleja.

Mientras que Assassin's Creed IV contará también con versión para PlayStation 3 -de hecho, llegará al mercado a finales de este mes, antes que la de PS4- otros títulos aparecen en exclusiva para la nueva consola con la confesa intención de motivar la renovación del parque. Es el caso, por ejemplo, de #Driveclub, un potente simulador de carreras de coches con la vista puesta en la competición online; o del anunciadísimo Knack, última creación de ese genio del asunto que responde al nombre de Mark Cerny, una nueva vuelta de tuerca al concepto de juego de plataformas con un acabado gráfico simplemente deslumbrante. Averiguar qué nos depararán títulos como InFamous Second Son -heredero de la gamberra y trepidante serie InFamous-, Destiny, Watch Dogs o Killzone Shadow Fall es ya sólo cuestión de tiempo. De hecho, de muy poco tiempo.