Toros

El gran torero de plata Antonio Duarte 'El Pota'fallece a los 85 años

  • El banderillero algecireño fue uno de los importantes de su época, ademas de ser un buen conversador y conocedor de la Fiesta

El torero de plata Antonio Duarte Manso El Pota falleció ayer en Algeciras a la edad de 85 años. Una página de la historia del toreo algecireño se cerró con la muerte de este torero que perteneció a una de las dinastías más importantes de toreros de plata.

Duarte nació en Algeciras en el seno de una familia taurina, su tío fue una de las figuras de los banderilleros de la época, el gran Pota. Un torero de plata codiciado por las grandes figuras del momento. Todo un espejo para Antonio Duarte.

Los comienzos de Duarte eran los de aquella Algeciras todavía sin semáforos, al norte la plaza de la Perseverancia, al sur el Chorruelo junto al gran hotel Cristina donde se alojaron Belmonte, El Gallo y Cayetano Ordóñez junto con los dos becerristas del cartel, Joaquín Rodríguez y Cayetanito Ordóñez. Una tarde en la el que Duarte debutó delante de un animal en la antigua Perseverancia donde colgó el no hay billetes.

Luego debutó con picadores en 1947 con una novillada de Concha y Sierra en la plaza de Tarifa. Un debut marcado por una fuerte cornada en la femoral, pese al consejo en contra de los médicos toreó a la semana siguiente en Melilla.

La plaza de Las Ventas le vio torear hasta cuatro novilladas con picadores. Tras una buena temporada, en octubre cruzó el Atlántico para torear en países como Venezuela, Quito, Ecuador y Perú.

En 1953 toreó su última novillada en Madrid. Le ofrecieron tomar la alternativa, a pesar de los ofrecimientos. Meses mas tarde decidió cambiar el oro por la plata. Toreó a las órdenes de Carlos Corbacho, Curro Romero, Miguelín, Palomo Linares, Paquirri, José Fuente, Antonio Ordóñez y con Antonio Bienvenida, la tarde de su despedida en Las Ventas. Duarte se cortó la coleta en 1984 en la plaza de toros de Huelva, una última tarde en la que hizo el paseíllo a las órdenes de Chamaco.

Antonio Duarte conservó siempre su planta de torero. Olía a torero y sus conversaciones en la tertulia del bar Cabsys de la calle Ancha eran lecciones de toreo. Pañuelito al cuello, varita de mimbre y figura erguida.

El Pota recibió el homenaje de la ciudad de Algeciras en las jornadas de tauromaquia de Algeciras de 2011. Esa tarde en la plaza de Las Palomas volvió a dar otra lección de humildad y afición a una profesión que siempre respetó. Narró sus comienzos cuando quiso ser torero cuando acudía a los tentaderos en la ganadería de Ramón Gallardo. Los recuerdos fluían en su cabeza como la tarde que Bienvenida le dio la mano por llevarle el toro de un burladero al otro de la plaza sin darle un capotazo.

La dinastía continúa con Curro Cabrera y su hijo el matador de toros Curro Duarte. A las doce del mediodía se oficiará la Misa y recibirá sepultura en el cementerio de Botafuegos.

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