bitácora taurina | entrevista AndrÉs Romero. rejoneador

"Estoy convencido de que mi toreo va a encajar bien ante esa afición"

Hemos convenido la entrevista a la sombra que le presta este Muelle del Tinto al calor de octubre. Allí estaba ese mar que tanto unió a Huelva con Iberoamérica. Allí debía ser esta conversación con uno de los protagonistas onubenses de la temporada porque Andrés Romero vuela, precisamente hoy, hasta México. Posiblemente cuando usted tenga entre sus manos esta entrevista habrán comenzado esas doce horas de vuelo hasta la capital azteca. A los toreros no les apresura ya esa estampa antigua al pie de la escalerilla del Vapor junto a su cuadrilla despidiéndose de los amigos y familia. Pero seguramente lo único que permanezca entre una estampa de antaño y la de hoy es la sensación de nostalgia por la tierra y ese run run que la mente desarrolla siempre ante lo imprevisible. Andrés deja en tierras onubenses sus caballos. Los cómplices perfectos de una temporada cabal, intensa y sincera en la que no cabían dudas, y no las hubo. Veinte fechas largas que acaban, excepto dos, por la Puerta Grande. Ya digo, no fue una temporada larga, pero sí exigente. A partir de ahora comienza una ilusión, sólida en sus bases, pero ilusión de torero por el reto que suponen caballos, toros y públicos tan diferentes en todo. Tan cercanos en tanto.

-Lo primero es preguntarle por esas sensaciones que tiene a poco que comience su nueva aventura.

-Buenas vibraciones y sensaciones. México es un mercado con un público muy apasionado, un ambiente muy bonito y estoy convencido de que puede encajar muy bien con mi forma de entender el toreo y de mostrárselo al público. Por lo tanto voy con esa responsabilidad de encontrarme con una aventura desconocida en mi vida en cuanto al ambiente, pero en mi interior hay muy buenas sensaciones.

-¿Cómo surge la idea, la oportunidad, la posibilidad de que Andrés Romero esté cogiendo un vuelo a México ahora?

-Los empresarios de Casa Toreros en México, junto a José María Almodóvar, uno de los impulsores de todo esto, me habían visto torear en Sevilla y en varias plazas y estaban muy interesados en hacer algo conmigo allí en México y de ahí se fue fraguando toda la idea. La verdad es que por su parte han sido todo facilidades y entendimiento. Son una casa importante en todo el panorama taurino, me he sentido a gusto con sus propuestas y al final entendí que esto es una oportunidad nueva e importante para mí y terminé aceptando el reto.

-A priori, todo parece un proyecto muy bonito..

-Bueno, la verdad es que no ha sido nada fácil tomar la decisión, sé que hay un argumento de seriedad en todo esto pero también son cinco meses los que voy a estar inmerso en una nueva experiencia, pero está claro que todo en la vida es asumir riesgos y a mí me apetece hacerlo en estos momentos que tanto estoy disfrutandode mi profesión .

-Al final ese punto de regreso está fijado en el mes de marzo de 2017.

-Sí. Aunque en principio ellos querían extenderlo un poco más allá de ese tiempo, pienso que ese límite de marzo está bien para mostrarnos allí porque, además, tengo que pensar en mi temporada española, que estoy convencido de que va a ser bonita e importante y necesito llegar a Huelva y cogerle de nuevo el pulso a mi cuadra, a mis caballos y al toro en general.

-Ha hablado de sus caballos y la pregunta se queda puesta en suerte porque en el equipaje de Romero no están Bambú, Kabul, Perseo ni el mismísimo Guajiro, ese caballo tan determinante en el toreo del de Escacena. Andrés viaja solo a tierras aztecas.

-Sí, es cierto que toda mi cuadra se queda aquí porque no voy a lanzarlos a esta aventura. Gracias al rejoneador mexicano Horacio Casas, al que estoy tremendamente agradecido porque me abrió las puertas de su casa desde el principio cuando nos conocimos en Sevilla, me ofreció lo mejor de una cuadra estupenda, su rancho, su plaza de tientas y en esa amable disposición que han tenido conmigo me voy con la total confianza de que todo va a salir bien. Es por eso también que me marcho prácticamente un mes antes de que todo comience a fin de hacerme a esos nuevos compañeros que voy a tener. Confío en que esta experiencia tendrá continuidad y posiblemente en años posteriores voy a tener la posibilidad de llevar caballos.

-En cuanto a carteles, los dos primeros que han surgido le anuncian en ferias importantes y con toreros ya consolidados ante la afición de ese país.

-Casa Toreros suele hacer la cosas bien, tiene buena reputación y de ahí que me lleven tan cuidado como me llevan en buenos carteles, buenas plazas y ganaderías señeras. Debutar en una feria importante como es Mérida lo dice todo y aunque para mi pueda ser algo precipitado por tener que hacerme a los caballos, como antes he dicho, es verdad que en lo profesional ilusiona mucho esa confianza que ponen en uno.

-Está claro que habrá que hablar de esa temporada mexicana conforme se vaya dejando llegar pero acaba de rematar en Pozoblanco la de España. Me decía a principio de año que lo que le pedía a esta temporada era que le dejara disfrutar. ¿Lo ha conseguido?

-Sí. Dentro de toda la responsabilidad y la presión que he llevado, es cierto que he disfrutado mucho. La temporada no se presentaba nada fácil, todo eran carteles ya cerrados y las oportunidades venían con toda la presión del mundo. Estoy contento porque he dado la cara en todas ellas, tan solo se me han escapado dos o tres tardes. Me siento realizado, feliz y contento porque también lo ha visto todo el mundo. Sevilla fue un arranque de mucho compromiso, me dieron un toro, triunfé y esa tarde marcó el resto de la temporada.

-La cuadra ha funcionado perfectamente y dentro de ella Kabul, por la novedad que es, ha marcado cosas importantes.

-Así fue. Yo tenía mucha confianza en el caballo pero la plaza es otra cosa. Pensé en que Sevilla sería su debut, pero lo dejé ir un poco más allá y en Colombinas con un toro muy complicado el caballo mostró la dimensión importante que yo esperaba, casi como un caballo veterano y de cara al año que viene va a ser un caballo muy importante para mí.

-Bueno, bueno… para veteranía la de Guajiro.

-La verdad es que Guajiro es caso aparte. Un caballo que he fraguado yo, que ha ido a más en esta temporada, con el que estoy plenamente compenetrado y que indiscutiblemente me da una seguridad brutal en momentos complicados de una tarde porque es que no hace falta pedirle ayuda porque ya conoce los terrenos que tiene que pisar. Fíjate que el otro día en Pozoblanco puso tres pares de ensueño. De esos que te dejan pensando cómo un caballo es capaz de comprometerse tanto en un instante. A veces pensé que sabía que era la última de la temporada…

-Temporada que no sólo fragua Sevilla, sino Ronda, Antequera, Pozoblanco… y con muchas puertas grandes.

-Fue ese "partido a partido" que tanto se nombra hoy. Un triunfo no aseguraba nada. Siempre estaba ese horizonte de exigencia. Me dolió que en Pozoblanco no rematara con la espada porque fue una tarde muy importante para mí con dos grandes faenas. Sin embargo lo importante para mi ha estado en ese gesto que tanto Óscar Polo como Carlos Pereda han tenido hacia mí en una temporada de primer apoderamiento. Ellos aceptaron el reto y creo que lo han superado con muchas creces porque esto está como está y abrirse paso a codazos entre apoderados y toreros no era fácil. Al final ha llegado una temporada con veintitantas tardes y creo que ellos deben estar muy orgullosos como lo estoy yo de ellos.

-¿Tiene la sensación de que esa evolución profesional le ha ido colocando justamente detrás de esa línea indiscutible que marcan tanto Hermoso como Ventura?

-Es importante, sí. Trabajo por llegar a ese sitio pero soy consciente de que cualquier cosa necesita madurar con trabajo y tiempo. Esta temporada mucha más gente ha conocido mi toreo y mi propuesta. Y esta oportunidad estoy seguro de que va a potenciar todo eso de cara a la próxima temporada.

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