Ángel Vela Nieto. Escritor

"Tablada y El Altozano fueron el vivero del toreo trianero"

  • El periodista sevillano rescata en su obra ‘100 toreros de Triana’ biografías anteriores a Belmonte, cerrando con Antonio Montes, su precursor

Ángel Vela Nieto, quien completará con una triología la biografía de los toreros trianeros.

Ángel Vela Nieto, quien completará con una triología la biografía de los toreros trianeros. / José Ángel García

El escritor Ángel Vela Nieto ha publicado una obra en la que tras casi tres años de trabajo ha recopilado a los toreros pioneros de Triana desde mediados del siglo XVIII y que cierra con la muerte de Antonio Montes en 1907. Un libro de 416 páginas y unas 300 ilustraciones con material extraído de hemerotecas y revistas especializadas, principalmente de ‘Sol y Sombra’, y diseñado por Páginas del Sur. Tras este tomo, el autor ya tiene preparado otro que trata el toreo trianero desde Montes a la Guerra Civil y proyecta un tercero que se adentrará desde Manuel Álvarez ‘El Andaluz’ hasta nuestros días, finalizando con el diestro Emilio Muñoz.

–Ángel, ¿qué ha buscado con esta obra?

–Recopilar unos personajes, muchos de ellos desconocidos, en un libro de lectura amena. No es un libro técnico. He rescatado nombres olvidados y que no se sabía que habían existido. Hay familias como los Amisas o los Charpa con grandes toreros y picadores.

–San Bernardo tuvo como cuna de toreros su matadero ¿Cuál fue el vivero de Triana para ‘parir’ un centenar de precursores de Belmonte?

–Tablada y El Altozano. Por un lado, Tablada ha sido la mejor escuela taurina que ha existido nunca. Los principiantes lidiaban reses de media sangre, teniendo en cuenta que tenían que arrimarse, que acortar las distancias para que esas reses no se fueran y además con el inconveniente de los guardas. Era raro el día en el que la Casa de socorro de Triana no atendía a algún muchacho por cornada. Y luego estaba el ambiente del Altozano, un ambiente taurino y flamenco que hace torero a Belmonte, quien si no se traslada a Triana no hubiera sido torero. Allí se juntaban los muchachillos y aquello fue un caldo de cultivo. Debido a ello, hay momentos en la historia en los que Triana ha tenido más toreros que el resto de Sevilla.

"En Triana se practicaba el toreo rondeño... Por oblicación se acortan las distancias"

–El inspirador de Belmonte fue Antonio Montes ¿Quién fue el precursor de Montes?

–No lo hubo. Aunque Antonio Montes tuvo como referentes a Quinito, el primer Chicuelo y Padilla.

–¿Hay un patrón que defina el toreo trianero?

–En Triana se practicaba el toreo rondeño. Lo que diferencia a ambos es que los toreros de Triana practican en Tablada, apartan al toro para torearlo porque si se despegaban las reses se marchaban.

–¿Se podría decir que con el toreo trianero se acortan las distancias?

–Claro. Había que hacerlo por obligación.

"Hay momentos en la historia en los que Triana ha tenido más toreros que el resto de Sevilla"

–Del centenar de precursores, ¿quién lo plasmó mejor?

–Hay un antes y un después de Antonio Montes. Estaba sordo, no escuchaba las reacciones del público. No era ligero de piernas lo que le hacía pararse. La suerte de Belmonte es que Antonio Calderón hace de correa de transmisión.

–¿Cuál es la calle de Triana donde más toreros han nacido?

–Pagés del Corro. En concreto, el tramo de la Cava de los Gitanos. Vito, Maera, Cagancho...

–De estos precursores, ¿quién tuvo fama de más valiente?

–Padilla. Era un torero de los que arriesgaba su vida delante del toro. No estaba muy centrado. Se acabó suicidando. Dentro de la investigación es para mí el más llamativo. Tiene una vida increíble, de novela.

–¿Y el torero más artista?

–El primer Chicuelo, que toreaba muy bonito.

–Llega a desempolvar historias como la de El Pollo Posturas.

–Hay muchas curiosidades en el libro. El Pollo Posturas fue un torero trianero, personaje muy popular que tuvo una taberna y cantaba flamenco. Como otros, acabó de asesor en La Maestranza.

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