Pamplona | Última corrida de toros de los Sanfermines

Rafaelillo, cornada y fracturas costales

  • Fue cogido por su segundo toro contra las tablas

  • Octavio Chacón, que despacha tres toros por cogida del murciano, deja una buena imagen

  • Juan Leal, máxima entrega en su debut, dando la única vuelta al ruedo

Rafaelillo, con un inmenso dolor, es trasladado por el callejón a la enfermería de la plaza, donde fue operado.

Rafaelillo, con un inmenso dolor, es trasladado por el callejón a la enfermería de la plaza, donde fue operado. / Villar López / Efe

Los 'miura', en el tipo de la casa, agalgados y con una romana inmensa que no parecía que llevaran sobre su caja la inmensidad de kilos que tenían –Rabanero, que hizo prolongar el tiempo del encierro por la mañana, pesaba nada menos que ¡640 kilos!– dio un juego desigual y se palpitó en muchos lances de la lidia el peligro.

Rafael Rubio 'Rafaelillo', Octavio Chacón y Juan Leal tuvieron dispar suerte. El murciano fue cogido por su segundo, que le fracturó varias costillas; el gaditano, que tuvo que enfrentarse a tres toros, dio una buena imagen y el francés, que debutaba en Pamplona, fue todo entrega, fallando con la espada.

A Rafaelillo le tapaba el tal Rabanero, que además acometió a la defensiva, con un peligroso pitón izquierdo, astillado. El murciano, que lo recibió con una larga cambiada de rodillas, realizó un trasteo a la vieja usanza y concretó la suerte de matar con oficio.

Rafaelillo recibió al cuarto con dos largas cambiadas de rodillas junto a tablas. De hinojos, citando con la izquierda, el toro le cogió, propinando con la pala un golpe tan terrible que lanzó al diestro contra las tablas de manera brutal, soltando Rafaelillo un alarido pavoroso. Sin apenas poder respirar, tuvieron que llevarle las asistencias a la enfermería. Mató al toro Chacón, tras sufrir una colada de infarto por ese pitón asesino, el izquierdo. El gaditano sacó estimables muletazos por el derecho y no acertó con la espada.

Miurada en el tipo de la casa y de juego variado, predominando el peligro

Octavio Chacón, con el cárdeno segundo, que hizo una buena pelea en varas, y resultó noble, comenzó de rodillas con apuros y realizó una faena enmarcada en el temple y la suavidad, con varios naturales de buen trazo. Tras el primer pinchazo salió trompicado, cayó en la arena, hizo la croqueta y el toro casi le aplasta cuando intentaba cornearle. Pasó apuros en la suerte suprema, saliendo casi cogido en otro pinchazo con el toro tapando la salida.

Chacón cerró la tarde con un toro agalgado y sin entrega ante el que el gaditano logró buenos ayudados con la izquierda. De nuevo, mató mal.

Juan Leal fue un derroche de entrega, llegando incluso a la temeridad. Con el tercero, de 600 kilos, cárdeno girón, con un buen pitón derecho, estuvo a punto de ser cogido en una larga cambiada de rodillas a portagayola, en la que dudó. Voló adecuadamente el capote en otra y se marcó un quite por saltilleras. La faena se desarrolló entre sobresaltos tras un par de estatuarios, con un pase por la espalda y unos muletazos de rodilla. Logró una tanda con la derecha, cerró con manoletinas y mató de un bajonazo y un descabello. Dio una vuelta al ruedo.

Por la cogida de Rafaelillo se soltó al sexto en quinto lugar. Con ese segundo astado de su lote, Juan Leal volvió a entregarse en una labor en la que buscó las cercanías, justo lo que los miuras no quieren. Faltó limpieza en su esforzado trasteo.

Los Sanfermines 2019, con más trofeos que calado artístico, se cerraron en los tendidos con los cánticos tradicionales y el anuncio de “¡Viva San Fermín 2020!”, entre tanto era operado en la enfermería de la plaza Rafael Rubio 'Rafaelillo'.

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