Intensa tarde de toros en la Palma, de la que destaca el triunfo del becerrista local Niño Oliva, quien por predisposición, ganas y acierto se llevó los máximos trofeos del novillo que cerró festejo, al que le costó un largo tiempo salir de chiqueros pero que en su lidia demostró bravura y nobleza, aprovechada al completo por el joven torero palmerino en una faena brindada a su madre y en la que logró los máximos trofeos en un festejo del que también sobresalen dos faenas llenas de oficio y tesón a cargo de Javier Jiménez. Lo puso todo el diestro sevillano en un toreo de mucho pundonor, incluido ese revolcón en su primero, por hacer lucir a su lote. Certero con los aceros, Jiménez logró un total de cuatro orejas y salió a hombros junto a Niño Oliva.
Se lidiaron dos toros de Albarreal para la lidia a pie y dos de Castilblanco para rejones y un eral.
Manuel Manzanares tuvo pocas opciones con un lote muy deslucido y frente al que destacó en banderillas a lomos de su caballo Destino, aunque no logró trofeos. Acompañó en la tarde el cante de José Luis Pérez Vera.
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