Toros

El Juli se impone al viento y a una infame mansada en Algeciras

El Juli se impone al viento y a una infame mansada en Algeciras

Julián López El Juli, con dos orejas, demostró hoy en Algeciras por qué es una de las primerísimas figuras del toreo de la actualidad, un torero que siempre quiere más y no se deja robar el protagonismo ni tan siguiera una feria que, a priori, parte con un claro protagonista: José Tomás.

El madrileño se abrió a la verónica en el recibo hasta los medios en su primero, al que recetó también un bonito quite por chicuelinas. La faena de muleta estuvo cimentada en el temple y el mando. Con la derecha alargó mucho el trazo de los muletazos hasta que el toro se entregó por completo, momento en el que Julián sacó a relucir el toreo poderoso y dominador que posee.

El madrileño sale a hombros y Morante de la Puebla y Roca Rey se marchan de vacío

Desde ese momento lo cuajó a placer en una labor siempre a más, imponiéndose también el torero al fuerte viento que soplaba en ese momento en el coso de Las Palomas. Estoconazo al primer envite y dos orejas sin discusión.

No pudo redondear el Juli con el quinto, que no tuvo la más mínima casta ni para que el madrileño le pudiera robar un solo pase en condiciones a lo largo de una faena tesonera, de querer mucho, pero imposible a todas luces para llegar al triunfo.

Morante de la Puebla pasó como un pasmo en su primero, toro muy medido de raza, justo también de fuerzas, con el que el genio sevillano, viendo también lo mucho que molestaba el aire, optó por no darse mucha coba. La bronca se escuchó hasta en Barbate.

No mejoró el panorama con el cuarto, toro muy descastado y sin apenas un pase, con el que Morante volvió a pasar de puntillas.

Roca Rey también se las vio en primer lugar con un mulo con el que ni el arrimón le sirvió para justificar una faena de lo más anodina, quede dicho que por falta de antagonista pues el peruano lo intentó de todas las formas posibles.

El último de la tarde fue otro manso huido de auténtica condición asnal, desclasado y sin opciones. Roca Rey volvió a estrellarse contra un imposible. Petardo antológico de Zalduendo, como para no volver más a Algeciras...

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