feria de san isidro | sexta de abono en la plaza de las ventas

Espada, un trofeo benévolo

  • El madrileño es premiado con una oreja de su primer toro tras una faena desigual

  • Alberto Aguilar, que se despedía de la plaza, silenciado

  • Flores escuchó una ovación

Francisco José Espada, en un muletazo a su primer toro, del que fue premiado con una oreja.

Francisco José Espada, en un muletazo a su primer toro, del que fue premiado con una oreja. / j. p. gandul / efe

El viento que sopló a lo largo de la sexta de la Feria de San Isidro incidió negativamente en la lidia tanto para el lucimiento de los toreros como para el juego de los toros. Los primeros, ante el temor de quedarse vendidos por un golpe de Eolo, realizaron sus faenas en los tercios, lo que restó potencial a las cualidades de los astados de Baltasar Ibán, que envió un encierro que dio un juego interesante; siendo ovacionados en el arrastre tercero y cuarto. Francisco José Espada se erigió como el primer matador de toros que ha cortado una oreja en este abono isidril.

Más allá de lo que sucedió en el ruedo, el festejo tenía una efeméride muy emotiva: la despedida de Las Ventas del diestro madrileño Alberto Aguilar, quien ha dado la cara 22 tardes en la Monumental madrileña, en las que ha cortado cinco orejas. Una retirada que tendrá lugar este año por un problema físico derivado de una cornada en Cali en 2013 que le afectó al nervio ciático. Aguilar, al que le ha quedado por cumplir el sueño de la Puerta Grande, ha contado siempre con el respeto de la afición madrileña por su entrega ante toros de ganaderías duras. Junto a él, que fue ovacionado por esta despedida tras el paseíllo, alternaron Sergio Flores y Francisco José Espada.

Interesante corrida de Baltasar Ibán, siendo ovacionados tercero y cuarto en el arrastre

Alberto Aguilar se justificó ante su lote. Realizó un trasteo voluntarioso con el que abrió plaza, feo, cuesta arriba, de mala condición, sin entrega y peligroso por el pitón izquierdo. Mató de estocada y pinchazo para ser silenciado.

Con el serio cuarto, que fue a menos, Aguilar, en los tercios, únicamente logró una serie diestra a tener en cuenta, no se acopló con la zurda y falló con los aceros. Como resultado: silencio en el toro de su despedida.

Sergio Flores se entregó ante su lote. Con el segundo, cornalón, que renqueó de los cuartos traseros, pero desarrolló nobleza, cumplió en una faena medida, destacando en un par de tandas diestras y otra con la izquierda, con ligazón, con ayudados. Detalles de improvisación como un fallero. Mató de estocada y fue ovacionado.

Ante el quinto, un toro de correcta presentación y deslucido, Flores no llegó a acoplarse. Fue silenciado tras media estocada y descabello.

Francisco José Espada apuntó valor y buenas maneras. Ganó un trofeo lejos de la rigurosidad de Las Ventas. Nada que ver la faena de Fortes del pasado viernes, que no fue premiada, con la de ayer de Espada, quien realizó un trasteo desigual en los tercios a un toro bajo, musculado y de buena condición. El madrileño logró dos tandas con ligazón con la derecha y destacó en algunos naturales de mucha calidad, como uno circular, interminable. La labor fue a menos, con un desarme, y unas manoletinas. Mató de media estocada y fue premiado con una oreja.

Espada, con disposición, se enfrentó con valor al voluminoso sexto, que reponía con prontitud. Imposible el lucimiento. Ante este toro no hizo honor a su apellido y fue silenciado.

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