Hacer las maletas hacia la tierra de Zufre para hablar de toros no deja de ser uno de esos grandes placeres que la vida depara al crítico taurino en su relación con la afición. Si a eso se le añade el cariño y el aprecio de las gentes de esa peña tan taurina como es la de Luis Vilches en tierras serranas y si además la noche añade la presencia como protagonista de un torero tan especial como es David de Miranda pocos argumentos le deben quedar a nadie para quedarse fuera del cartel.

David de Miranda fue por tanto el argumento principal de una jornada de charla en la peña Luis Vilches. El personaje, el torero y las circunstancias de una carrera de siete años en los que el protagonista dio el paso de valor descubierto a esa realidad con la que el panorama taurino onubense le viene contemplando ilusionado.

En esa cercanía que siempre deja llegar un hombre joven lleno de amabilidad y en la intensidad que denota un torero que pisa fuerte sobre el albero y sobre cualquier toro se desenvolvió una noche en la que llegó esa semblanza precisa para poner al protagonista en suerte. Inicios de aquel proyecto de Huelva busca un torero hasta pasar por su debut con caballos y alternativa en Huelva, ese impás que provoca un percance tan fuerte y esa reaparición casi milagrosa del torero en las pasadas Colombinas.

De todo ello charló Miranda con naturalidad y sin esquivar ningún tipo de pregunta a pocos metros de una plaza de toros en la que se da la circunstancia de no haber debutado.

Habló también el torero de esas ilusiones que pasan por confirmar en Madrid este año y de una temporada con muchas claves importantes dentro.

Importante la noche en la presencia del aficionado y agradable en el cariño que dejaron en su quehacer con los invitados la peña con Guadalupe Duque y Francisco Maya, presidenta y vicepresidente respectivamente de la entidad y presentes en la mesa que presidió el escenario del salón de actos y el posterior ágape donde prolongar tertulia en torno al toro.