Entre un abanico de más de 40 producciones que llegan cada temporada desde Estados Unidos, lo mejor de los canales en abierto y por cable, las cadenas españolas de pago son las primeras en emitir en la pantalla (en competencia directa con las descargas internautas ilegales). Es una vertiente del medio que está en plena forma física gracias a la inyección de talento procedente desde el cine. Del desencanto de Flash Forward, de la que se esperaba mucho más, o del remake de V, a los colmillos que también están de moda en la tele, con True Blood y Crónicas vampíricas, a punto de llegar a TNT, cientos de espectadores, sobre todo entre los 15 y 30 años, han devorado los estrenos durante los días pasados en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Digital + y sus principales canales de ficción han organizado el I Festival de Series que ha reunido una legión adicta y exigente de las producciones norteamericanas. El auditorio se quedó pequeño el sábado por la tarde para el taller de doblaje a cargo de las actrices españolas que ponen voz a Sexo en Nueva York, del canal Cosmopolitan, y el público rió divertido en la tertulia protagonizada por el crítico Pepe Colubi, que se toma el visionado de sus series favoritas como sexo tántrico; y el escritor y contertulio Boris Izaguirre, quien recomendó de lo que llega la policíaca Trauma.

Puri González, directora de Estrategia de Canal +, explicó en otro de los talleres la cuidadosa planificación de las cadenas de pago para promocionar sus ficciones, desde ideas de partida que han de acompañar la comunicación, y que han creado estilo. En un visionado se constató la calidad de la promoción española de las series made in USA.