El pasado 26 de octubre el consejo de administración de RTVE dio luz verde a la producción de Kabul: Servir y proteger, una nueva serie diaria que los espectadores de La 1 tendrán ocasión de ver en la franja de tarde. La nueva ficción llevará el sello de Plano a Plano (El Caso: Crónica de sucesos) y tratará de desmarcarse de la línea actual, fundamentalmente de época, para abrir un nuevo camino en su franja de emisión. Realista, actual y muy apegada a los conflictos de nuestra sociedad, Kabul: Servir y proteger estará ambientada en una comisaría del sur de Madrid. La nueva apuesta de TVE se centrará en los conflictos de la comisaría y en las relaciones personales de los agentes y la comunidad en la que se desarrollarán las tramas. Protagonizada por Luisa Martín (Bajo sospecha), Juanjo Artero (Amar es para siempre) y Andrea del Río (Mar de plástico), en su elenco también figura Juan José Ballesta en su regreso a la televisión tras su papel en Hispania (Antena 3). Juanjo Artero se pondrá en la piel del comisario Bremon, aunque su verdadera meta es la política. El jefe mantendrá una tensa relación con el personaje de Luisa Martín, la inspectora jefe, aunque sabe que siempre que la necesita está a su lado. Aunque la verdadera historia se centrará en una joven pareja de inspectores de policía, interpretados por Juan José Ballesta y Andrea del Río.

Kabul: Servir y proteger, que actualmente está cerrando su casting, será una serie de corte policíaco que contará con un amplio reparto compuesto por mujeres. Mujeres policías alejadas de los estereotipos, con estudios universitarios, madres de familia, de origen inmigrante, de distintas tendencias sexuales. TVE apostará así por una serie policíaca de mujeres que además se adentrará en las relaciones personales de sus protagonistas, con sus particulares entornos, que van desde una residencia acomodada en una urbanización de lujo a los poblados marginales de la periferia. Otra novedad es la franja en la que se emitirá; en principio parecería una serie para el prime time, pero la cadena pública ha decidido que sea una ficción diaria y que se emita de lunes a viernes por la tarde, ocupando el lugar que dejará en un futuro a medio plazo Seis hermanas. Las tramas de cada capítulo, además, girarán en torno a los distintos casos e investigaciones que figuran cada día en las portadas de los periódicos.

El género policíaco, desde luego, es recurrente en la ficción española desde finales de los 80. Un trabajo, el de la policía y la Guardia Civil en nuestro país, que se presta para servir de base a una serie de acción, intriga e incluso thriller. En Estados Unidos la saga CSI, Policías de Nueva York y Mentes criminales, entre otras, son éxitos consagrados de audiencia hoy en día. Otras como Canción triste de Hill Street y Corrupción en Miami abrieron el camino dejando una profunda huella en las generaciones de los años 80 y 90 y haciéndose un merecido hueco en la historia de la televisión.

Entretanto en España corría el año 1989 cuando una producción nacional quiso hacer la competencia al gran número de series policiacas que llegaban de Estados Unidos en esos tiempos. El inspector Flores El gitano (Imanol Arias) luchaba contra el narcotráfico y la delincuencia organizada en Brigada Central, emulando las hazañas de sus colegas americanos, como Sonny Crockett (Don Johnson) y Rico Tubbs (Philip Michael Thomas).

A partir de 1999 y con el Plan Policía 2000 que la Dirección General de la Policía (DGP) puso en marcha en todas las comisarías, las cadenas privadas encontraron en el trabajo policial y la vida cotidiana de los agentes una fuente inagotable de inspiración para el campo de la ficción, con series siempre con un alto grado de acción y muy poca realidad, salvo los uniformes y los vehículos. Quien no se acuerda de Pope (Marcial Álvarez), Charlie (Juanjo Artero) y el comisario Castilla (Tito Valverde) en esa comisaría de distrito en la que tan pronto investigaban a un asesino en serie como se infiltraban en una organización de narcotraficantes. Estrenada en 1999 en Telecinco, duró una década en pantalla, un total de doce temporadas. Policías, en el corazón de la calle (Antena 3) se caracterizó en el año 2000 por ser la primera en introducir en las tramas también la vida personal de los agentes, mientras que Los hombres de Paco ironizó en tono de comedia dramática el trabajo policial en 2005. Caso cerrado (Cuatro, 2006) ha sido, en este campo, la más original pues, aunque se trató de una ficción, los dos actores seleccionados para protagonizarla eran policías en la vida real. Lástima que no contó con el respaldo de los espectadores.

En 2006 también llegó a las pantallas Génesis: En la mente del asesino, una especie de adaptación española de la norteamericana Mentes criminales que no fue más allá de la segunda temporada. El cantante Dani Martín hizo sus pinitos como actor en Cuenta atrás (Cuatro, 2007) interpretando a un policía temerario y rebelde, y con un incipiente Álex González en su reparto. Para TVE una de sus primeras incursiones en el más puro género policial fue UCO: Unidad Central Operativa (2009); derivada de Desaparecida, no heredó sus resultados de audiencia. Tras su fulminante cancelación, en 2013 se repuso en la franja de tarde, donde sí pareció encajar e incluso se estrenaron algunos capítulos inéditos.