En la semana de menos consumo televisivo del año, la semana pasada sin ir más lejos, Telecinco decidido estrenar las nuevas entregas del reality Las Campos, una decisión que sentó como un jarro de agua fría en el seno del clan, omnipresente en la primera cadena de Mediaset. ¿Se reservan un capítulo de estreno de The Good Doctor el lunes y estrenan el personality reality revelación del último verano, todo, la misma semana... y con idéntica estrategia? Con todo, fueron líder de la noche -como ayer- pero marcaron mínimo histórico. Dejando aparte giros de programación, Las Campos están más guerreras que nunca. Incluso con menos interés. Que salgan a bronca por hora no hace ya que los espectadores se sienten en el caluroso sofá de casa a verlas, como ocurrió -para sorpresa, y fortuna, de las tres matriarcas, a cual más mandona y exigente- la pasada temporada estival.

En los nuevos capítulos, la familia, y Edmundo Arrocet, visitan Sudamérica, Chile ayer mismo, tierra natal del novio de María Teresa, para conocer las raíces del siempre entrañable -y forzadísimo- Bigote. Una aventura plagada de sorpresas y momentos divertidos, aunque también de otros de máxima tensión con alguna que otra disputa. Todo ello durante un viaje de ocho días en el que no paran ni un momento. La aventura comenzó desde el minuto cero en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. La primera en llegar fue Carmen Borrego, y con ella el drama, ya que a la hija mayor de María Teresa no le gustan los aviones. Antes de despegar ya estaba llorando del disgusto y el miedo, mientras que su madre y su hermana la intentaban tranquilizar. "No va a pasar nada, es el medio más seguro del mundo. Son solo doce horas y media", sentenciaba Terelu, no sabemos bien si para tranquilizar o amargar aún más a Carmen.Exposiciones pictóricas, catas de vino, divertidas veladas con amigos, jornadas playeras. Y María Teresa junto a la hija primogénita de Edmundo, todo un documento gráfico y revelador. Desde que pusieron un pie en el continente sudamericano todo han sido revelaciones para los seguidores de las Campos. Así, hemos confirmado que María Teresa y su compañero siguen sin dormir juntos, ni en casa ni de viaje.

Con la visita sorpresa de Pimpinela el pasado martes se desató el que se convertirá en uno de los temas más comentados del viaje: el amor en todas sus facetas. Con Carmen intentando buscarle novio a la escéptica Terelu, el susto que dio María Teresa con una caída -que, finalmente, acabó en poco más que el descalabro-, y Bigote ejerciendo de cicerone en su tierra ya tenemos esta temporada servida. Al menos en los Sálvame que este mes de agosto están caninos.