Planteada desde el principio como una apuesta por el acercamiento a las tecnologías de información y comunicación a la población andaluza para poder aplicarlas a sus necesidades reales, Andalucía Compromiso Digital (ACD) comenzó su andadura a inicios de 2008.

Promovida por la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía y con ayuda de los voluntarios digitales, ACD se basa en sesiones de dos horas, llamadas acompañamientos digitales, en los que se les transmite a los solicitantes de forma presencial los conocimientos sobre la materia que deseen, pudiendo elegir en un amplio abanico de posibilidades, aunque todos los voluntarios coinciden en que lo más demandado es siempre el mundo de la informática y sobre todo internet.

Los acompañamientos se realizan en el centro que ACD tiene en Sevilla, pero además cuenta también con los centros TIC, bibliotecas, colegios e instituciones públicas que ceden sus instalaciones y los recursos que se necesiten. Existe también el acompañamiento en la propia casa del solicitante cuando tenga alguna discapacidad o dependencia que le impida salir de su casa.

Con un centro en cada provincia, la primera asociación que se unió al proyecto de ACD fue Cruz Roja, gestora de la red andaluza de voluntariado digital, que debió hacer frente al gran número de solicitudes que se recibieron desde el momento en que se puso en marcha.

Tras ocho meses desde su nacimiento, la organización ha ido sumando voluntarios desde el primer momento, llegando a la treintena que tiene actualmente, lo que facilita que el número de personas que forman el grupo durante los acompañamientos digitales sea menor, haciéndolos mucho más efectivos.

A lo largo de su primer año de vida, Andalucía Compromiso Digital, ha limitado su ámbito de trabajo a Sevilla capital, aunque ha recibido numerosas solicitudes de municipios de la provincia como Dos Hermanas, Bollullos o Las Cabezas de San Juan, con las que planea comenzar a trabajar en septiembre.

El grupo mayoritario de las personas que solicitan los acompañamiento suele tener una edad comprendida entre los 45 y los 65 años, siendo en su mayoría mujeres, mientras que el perfil del voluntario suele ser el de una persona trabajadora y de no más de 40 años.