Human 4.0

"No todas las tecnologías tienen cabida en cualquier empresa"

  • Ana Santiago, CEO de Sisteplant, presenta un modelo de acompañamiento a la industria hacia la transformación digital basado en “personas preparadas"

Ana Santiago, CEO de Sisteplant.

Ana Santiago, CEO de Sisteplant. / M. G

Recientemente, Sisteplant celebraba en Andalucía unas jornadas para dar a conocer a las empresas industriales el modelo Human 4.0 aplicado a la transformación digital, que tiene en cuenta que “las personas son el alma de las empresas y, más allá de cualquier automatización, solo con su participación y aporte de valor conseguiremos realmente catalizar este proceso de transformación y materializar los resultados esperados”, según explica Ana Santiago, CEO de Sisteplant, quien desgrana en qué consiste este modelo y el potencial que ofrece a la industria andaluza.

-¿Cuáles han sido los principales objetivos de las jornadas que Sisteplant ha celebrado en Sevilla?

-El objetivo de la jornada ha sido dar a conocer a las empresas de la industria andaluza el modelo Human 4.0.

Sisteplant lleva más de 30 años ayudando a empresas, principalmente industriales, en su desarrollo organizativo y en la optimización de procesos.

En los últimos años, hemos detectado que existe cierta confusión en cuanto a cómo abordar los procesos de transformación integrales que permitan obtener los máximos beneficios de la Industria 4.0.

Se habla mucho de digitalización, de robots, de impresión 3D... pero se deja a un lado el factor más importante: el humano.

Las personas son el alma de las empresas y más allá de cualquier automatización, solo con su participación y aporte de valor conseguiremos realmente catalizar este proceso de transformación y materializar los resultados esperados.

Hay que acompañar a las personas para que puedan evolucionar hacia el paradigma 4.0

La industria andaluza tiene un gran peso en la industria nacional y creemos que el modelo Human 4.0 tiene un gran potencial de aplicación en ella.

Además, Human 4.0 está en consonancia con algunas de las medidas que incluye el Pacto por la Industria de Andalucía, que persigue mejorar la calidad y situar el nivel de empleo en este sector a niveles previos a la crisis.

-En Sisteplant el objetivo es apostar por la industria 4.0 con el recurso humano como epicentro. ¿Cómo se hace eso en una era marcada por lo digital?

-El objetivo es guiar a la industria para que esa transición hacia la industria 4.0 no sea traumática, ni improvisada.

En ese proceso son varios los elementos que hay que tener en cuenta; por supuesto, los habilitadores tecnológicos (inteligencia artificial, machine learning, realidad aumentada, realidad virtual, etc.), la digitalización (visibilidad de lo que ocurre en tiempo real y accesible para todos), pero también la incorporación masiva de nuevos procesos industriales (ágiles y capaces de producir productos personalizados) y el desarrollo y capacitación que necesitarán a futuro los equipos humanos.

De todos estos factores, de los que más se habla es de los dos primeros. Y realmente son muy importantes, siempre y cuando se apliquen con sentido común y sin perder de vista la rentabilidad. No cualquier tecnología tiene cabida en cualquier empresa. Hay que analizar la estrategia, decidir a dónde se quiere llegar y, entonces, definir qué herramientas (tecnologías y digitales) se pueden aplicar.

Pero estos elementos, no son más importantes que el último: las personas. Con Human 4.0, lo que defendemos es que hay que acompañar a las personas para que puedan evolucionar hacia el paradigma 4.0. Y que son absolutamente necesarias en ese proceso.

La digitalización es un hecho, pero siempre tiene que estar liderada por las personas, que tienen que estar preparadas y capacitadas para ello. Las personas y las máquinas tienen que trabajar codo con codo -en la industria llevan muchos años haciéndolo-, y para eso también han de estar preparadas.

El modelo Human 4.0, establece nuevas fuentes de motivación, buscando la diversión en el trabajo desde el uso de la tecnología, incentiva la curiosidad para incrementar el conocimiento, se basa en aspiraciones, en vez de en objetivos convencionales, y parte de la premisa de que es necesario trabajar en red y por proyectos, configurando el mejor equipo posible para cada propósito y eliminando departamentos y jerarquías. Es una nueva forma de trabajar: ágil, libre y responsable.

-¿Cuáles son las claves para que las empresas no se queden atrás en la producción y en su transformación digital?

-Lo primero que hay que hacer es definir una estrategia. Es decir, definir dónde quiero llevar a mi empresa, cuál es el objetivo. Cuanto más disruptivo sea, mejor. Después hay que analizar la base de la que se parte, es decir, qué estoy haciendo y con qué herramientas.

Una vez que se ha definido el objetivo y el punto de partida, se diseña la estrategia. A partir de ahí, podemos seleccionar las herramientas y tecnologías que se aplicarán.

Es peor una transformación mal hecha, que una transformación no hecha

Existe una gran variedad, que va desde el software para gestionar las plantas, hasta la Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Realidad Virtual, etc. Pero, como hemos comentado anteriormente, siempre hay que tener claro el objetivo de la rentabilidad. Hay veces en las que algo se pone de moda y parece que es imprescindible tenerlo, cuando no todo vale para todo tipo de empresas.

En Sisteplant consideramos que es peor una transformación mal hecha, que una transformación no hecha.

-¿Le estamos dando demasiado poder al 'Big Data' y a Google?

-El Big Data es una herramienta fantástica, siempre que se aplique con sentido común y con prudencia. Por sí solos los datos no tienen ningún valor, hay que saber analizarlos y utilizarlos.

Por ejemplo, en industria, nos permite mejorar el mantenimiento de las máquinas, ya que podemos predecir cuándo se va a estropear una máquina y adelantarnos.

Otro ejemplo de big data en la fabricación es la trazabilidad unitaria, que permite, mediante un código, conocer todos los datos de cómo fue creada una pieza (en qué momento, en qué condiciones, etc).

En cuanto a la prudencia, todos debemos ser conscientes de la importancia de cumplir con la legislación en materia de protección de datos que, precisamente, va encaminada a reducir el “poder” del big data y de compañías que comerciaban con los datos de los usuarios.

-¿Nos estamos haciendo demasiado dependientes de las pantallas (véase móvil, tablet u ordenador)?

-Es cierto que los dispositivos se están adueñando de nuestras vidas, pero usados con moderación son enormemente útiles. En las fábricas hace ya mucho tiempo que entraron y permiten controlar los procesos de fabricación desde cualquier lugar y en cualquier momento, permitiendo tomar decisiones en tiempo real ante desviaciones, de forma que ayudan al incremento de la productividad.

-¿Cómo se están adaptando en general las empresas andaluzas a la industria 4.0?

-Depende de los sectores, Hay algunos como el aeronáutico que siempre están a la vanguardia y así lo están también en cuanto a la implantación de la industria 4.0. De hecho, durante la jornada sobre Human 4.0 que hemos celebrado recientemente en Sevilla, quedó patente lo avanzadas que están en esa materia compañías como Airbus, Iturri e Ilunion, que ya aplican algunos de los elementos de Human 4.0.

Sin embargo, en otros sectores como el agroalimentario, aún hay mucho camino por recorrer. Precisamente estos días, en el marco de Fruit Attraction hemos visto casos de empresas avanzadas, pero aún son pocas e incipientes. Teniendo en cuenta la importancia de este sector para la economía andaluza, estoy segura de que desde los distintos organismos competentes ya se están adoptando medidas para impulsar su transformación.

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